Rendimiento inmediato
Valverde, desde el primer día, se negó a que el Barça pusiera a Vermaelen en el mercado y el belga le ha respondido jugando por encima de las expectativas
El Barça, con fecha 9 de agosto de 2014, hizo oficial el fichaje de Thomas Vermaelen, central de 29 años que aunque llegaba del Arsenal lesionado se le presentó, por su calidad, como un futbolista de rendimiento inmediato. La operación se cerró en 15 millones más 4 en variables. Tres temporadas después, que es mucho tiempo y ya con 32 años, el internacional belga parece haberle dado la razón a Zubizarreta. No ha deslumbrado con el Barça de Valverde, pero ha estado a la altura en los últimos tres partidos. No sería una barbaridad decir que Vermaelen ha rendido por encima de todas las expectativas.
Las dudas, justo es decirlo, no venían por su calidad técnica sino por la física. Torturado por las lesiones, su último trienio ha sido un calvario aquí y en Roma. Siempre candidato a traspasado, los posibles compradores no aceptaban más que la cesión. Nadie quería correr riesgos con él. Bueno, nadie no. Valverde, sí. Y con Ernesto se apuntó otro entrenador, el leridano Robert Martínez, seleccionador belga, a quien la semana pasada escuchamos decir en ‘Tot Costa’ que creía al cien por cien en la categoría de Vermaelen y que si físicamente respondía, le iba a dar mucho al Barcelona. Acierto pleno de Bob en su pronóstico. Una visión que confirmaba la posición estival del titular del banquillo del Barça cuando en verano se negó en redondo a que pusieran a Thomas en el escaparate del mercado. Hoy quien está en el mercado es Mascherano. Y es cierto que ha sido él quien lo ha pedido, pero no lo es menos que hoy ya no parece que haya tanta diferencia entre el argentino y el belga. La condición de tercer central es discutible.
Valverde, desde que llegó, apostó por Vermaelen y nunca quiso que saliera. Siempre le vio capaz de responder cuando llegase su oportunidad y así ha sido. Parecido, desde luego no igual, a lo que ha ocurrido con Alcácer, otro que tampoco jugaba nunca. El problema de Paco no era de lesiones, era psicológico. Mucha presión, pocas oportunidades. En cuanto ha tenido un míster que le diera sosiego y la opción de convencerle, el delantero se ha convertido en un futbolista tan importante que sus compañeros que, en Villarreal, no le escatimaron elogios. Para entendernos, Vermaelen tenía de entrada la confianza del técnico, Alcácer ha tenido que ganársela y se la ha ganado a base, también, de rendimiento inmediato