Ganar antes del clásico
El triunfo del equipo de Valverde en el Estadio de la Cerámica realza la importancia del Clásico, la diferencia de puntos respecto al Madrid, si la próxima jornada no depara sorpresa, será de 11 puntos, circunstancia que presiona y obliga al equipo de Zidane a conseguir una victoria por todos los medios antes de finalizar el año.
En el aspecto futbolístico, Valverde está preparado para continuar haciendo variantes, las hace cuando utiliza uno de los delanteros de banda como cuarto centrocampista, en defensa. También, cuando modifica algunos jugadores en todas las líneas, por obligación como sucede en la línea defensiva con la lesión de Umtiti, Vermaelen está dando muestras de una seguridad, experiencia y saber estar en el campo. En el centro del campo, Busquets e Iniesta si éste está en condiciones, son fijos. Rakitic es el jugador más polifuncional está preparado para suplir a Busquets en el supuesto de una necesidad pero también Valverde lo utiliza en banda cuando juega junto a Paulinho o como interior por la consistencia que le ofrece en los aspectos tanto defensivos como ofensivos.
Frente al Villareal la verdadera superioridad llegó cuando el equipo de Calleja jugaba con diez jugadores. Lo mejor del partido sin duda fue el gol de Luis Suárez materializado con una precisión y sutileza de Alcácer formidable donde participaron los tres delanteros, Messi inicia la jugada y llega con opción de rematar, Suárez descarga la pared con Alcácer y éste finaliza, en gol driblando al portero.
Viendo esta jugada me hizo reflexionar sobre lo que significa para el Barça jugar con dos delanteros rematadores como son Alcácer y Suárez. Observando ese gol, no tengo duda de que ambos pueden complementarse incluso, uno de ellos puede caer a banda y el otro llegar al remate en diagonal o vertical y viceversa. Y uno se plantea si Alcácer no debería haber jugado en Mestalla