El esperpento hecho fútbol
La polémica con el VAR, Ali Khaseif y Benzema, protagonistas
La polémica surgida en cuanto a la jugada del gol anulado a Casemiro se antoja cuanto mínimo grotesca desde el prisma de los románticos del fútbol, pero tanto o más rocambolesco todavía resulta ver al Real Madrid sufrir de la forma que lo hizo ayer para imponerse al Al Jazira.
Porque con todos los respetos hacia el vigente campeón de los Emiratos Árabes Unidos, que está disputando este Mundial de Clubs solo por el hecho de ejercer como anfitrión, lo cierto es que la diferencia de nivel entre ambos equipos es más que notoria. Durante la primera mitad los de Zinedine Zidane no solo lograron no imponerse en el marcador, sino que vieron cómo era el rival quien se marchaba al descanso con ventaja contra todo pronóstico.
La secuencia del gol anulado a Casemiro es dantesca y genera dudas en cuanto al VAR que tras el partido criticaron Bale y Zidane sin tapujos. El galés, procedente de las islas británicas donde este deporte destila romanticismo como en ningún otro sitio, fue tajante al afirmar que “el fútbol es mejor sin el VAR”, y el técnico galo se quejó con más razón que un santo de que es raro que se tenga que parar el partido tres o cuatro minutos para tomar una decisión.
Sandro Ricci primero anuló el gol, supuestamente por falta de Casemiro en su remate, al revisar lo sucedido estimó que no había incurrido en la misma y dio el tanto como válido, y en última instancia valoró que Benzema estaba en fuera de juego contradiciendo aquello de que si no entra en contacto con el balón no se pita como tal. En definitiva, un auténtico lío digno de película (mala) de suspense que poco o nada tiene que ver con lo que uno es- pera de un partido de fútbol.
El chiste del 2-0 que nunca fue
Más tarde también se anuló mediante el VAR un gol al Al Jazira, acertando el colegiado en esta oca- sión en una jugada en la que Al Mabkhout y Boussoufa corrieron sin oposición desde medio campo hasta el área pequeña defendida por Key- lor Navas para acabar desperdi- ciando la ocasión de hacer el 2-0 de una forma indigna del fútbol profe- sional.
Pero antes de eso, en la primera media hora del envite, a Ali Kha- seif, portero del Al Jazira, se le ha- bían aparecido varias veces todos los dioses habidos y por haber para evitar el gol madridista con paradas poco ortodoxas aunque exhibiendo grandes reflejos. Nadie escapaba de la quema, ni el siempre hambriento de gol Cristiano Ronaldo ni el gafado Karim Benzema en el que Zinedine Zidane confía a ciegas a pesar de sus números esta temporada.
Y para redondear el esperpento, el héroe Ali Khaseif se retiró lesio- nado poco después de la reanuda- ción y Alsenaani, su sustituto, enca- jó el 1-1 sin tocar el balón. Después de eso realizó alguna parada de mé- rito, sí, pero a la postre acabó enca- jando el 1-2 de Bale, que dio lugar a una celebración de una efusividad comprensible tras la agonía vivida pero desconcertante recordando las expectativas previas al partido.
En definitiva, espectáculo hubo, pero quizá no el esperado
El videoarbitraje está pensado para ayudar, pero lo que hizo fue crear desconcierto