Sin debate para Madrid
Valverde se encargó de zanjar cualquier debate sobre quien sería el otro central que acompañará el sábado en el Bernabéu a Piqué en el eje de la defensa cuando ante el Deportivo repitió una nueva titularidad a
Vermaelen y ni tan siquiera le otorgó minutos a Mascherano, tras su mes largo de ausencia por lesión. El internacional belga ha sabido aprovechar las bajas de Umtiti y del ‘jefecito’ y ha hecho buena aquella llamada que recibió en plenas vacaciones por parte del secretario técnico, en la que Robert le advertía que llegase en las mejores condiciones a la pretemporada, tras un año de cesión de escasa participación en la Roma, porque estaba convencido de que jugaría más de lo esperado en el presente ejercicio, como así está siendo.
En su cuarta temporada como blaugrana y a los 32 años de edad Thomas ha conseguido que las lesiones, su gran cruz, le respeten, hasta convertirse en ese futbolista de rendimiento inmediato que prometió un optimista Zubizarreta el día de su presentación. El orden jerárquico se ha alterado de tal manera que Vermaelen parece haber desplazado a Mascherano como tercer central de la plantilla antes de que el argentino marche hacia su aventura en la Superliga china al final del próximo mercado invernal.
La consolidación de Vermaelen ha facilitado precisamente la salida
Mascherano, que meses atrás hubiera parecido imposible y más cuando el mismo Javier frustró la contratación de
Iñigo Martínez. Con el belga en plenitud la dirección técnica se ha permitido adelantar la llegar de Yerry
Mina, que en su primera media temporada de adaptación en el Camp Nou lo hará con el rol de cuarto central