650 millones rendidos a Lionel Messi
En Asia descubrieron que Cristiano Ronaldo es el fenómeno del postureo pero su pifia quizá sea excesiva
La RAE admitió esta semana el término ‘postureo’ en nuestro diccionario. Seguramente se inspiró la Real Academia de la Lengua Española en Cristiano Ronaldo. Lean. Postureo: “adoptar una actitud hacia el exterior que trata de convencer a los demás de que se pertenece a un status superior al verdadero”. Postureo son los cinco Balones de Oro que ha conquistado CR7 porque por muchas fotografías que cuelgue el ‘7’ madridista en Twitter, Instagram o Facebook - levantando trofeos y luciendo tabletasu nivel está un escalón por debajo de Lionel Messi. El clásico más global de la historia devolvió al portugués a su status correcto, el de futbolista que empequeñece cuando Leo saca su talento a pasear.
La pifia es una imagen excesivamente dura, lo sé. Ese balón que Cristiano Ronaldo intentó rematar en el área blaugrana en el minuto 10, jugada en la que sólo consiguió rebañar el aire que le rodeaba, no define al jugador pero sí es una caricatura del personaje. Esa pifia entrará en el resumen del año inmediatamente después de las imágenes de CR7 bañado en el oro de dos trofeos que le distinguían como mejor jugador del planeta. Todo el mundo, más que nunca en este clásico global, sabe que el mejor es otro. Esas son las cosas que pasan cuando está en juego una Liga que quiere ganar Leo Messi para llegar al Mundial de Rusia después de haber levantado todos los títulos posibles.
Nada menos que 650 millones de personas en 182 países vieron que Messi decide quién marca en su equipo y qué ritmo tienen sus partidos. Fue sintomático que el futbolista más silbado por el Bernabéu al cantar las alienaciones fuera la Pulga y no el recurrente Piqué, al que sólo recordaron en el cántico tradicional de “Piqué, cabrón, eres español” poco ofensivo a estas alturas de la película.
Messi no es nada dado a exhibirse en redes sociales, apenas alguna fotografía en familia o con Luis Suárez (su otra familia), pero sí nos reserva para cada clásico uno de esas celebraciones para enmarcar, para convertir en póster. De nuevo miró a lo alto del Bernabéu, donde estaban los aficionados culés, y les regaló un gesto de complicidad, de amor, de entrega a unos colores y a un escudo que lleva defendiendo desde que tiene uso de razón. El 60% de la población vive en el continente asiático, medio planeta viendo a Messi apretar los puños y sonreír.
En China, que seguía el clásico con expectación, ya conocían a un Paulinho que es capaz de meter miedoa Keylor Navas, tampoco se sorprendieron de que Luis Suárez abriese el marcador en el clásico, pero debieron alucinar con un Santiago Bernabéu vaciándose de forma progresiva a cinco minutos del final, sin que nadie silbase, porque habían agotado los pitos con el cambio de Benzema.
‘Navidad Blanca’ rezaba el tifo de la grada, y blancos se quedaron esos aficionados con un 0-3 que confirma lo que todos sabían, hasta en Asia: Leo es el más grande
China vio como se vaciaba el Santiago Bernabéu antes del final y en silencio