MÁS CERCA DE CUARTOS
Un gol de Jose Arnaiz, delantero del filial, da un valioso empate al Barça en Balaídos el día de la vuelta de Dembelé Valverde reservó de inicio al delantero francés y le dio 19 minutos al final cuando más dominaban los azulgrana
Era uno de los campos malditos, pero el Barça se presentó sin miedo en Balaídos, en la ida de los octavos de final de la Copa del Rey ante el Real Celta. Es más, en la primera visita como entrenador azulgrana, Ernesto Valverde dejó en Barcelona a Leo Messi, Luis Suárez y Andrés Iniesta. Y en el banquillo a Ter Stegen. Sin lugar a duda el póquer de ases culé del que disponía el técnico para visitar en Vigo al único rival capaz de arañar un punto del Camp Nou esta temporada.
Descartados los mejores, el Txingurri incluso se guardó a Dembélé para el segundo tiempo. El francés, que dispuso de 19 minutos, empezó en el banco después de estar 111 días de baja por una lesión tendón del bíceps femoral que le hizo pasar por el quirófano. “Poco a poco”, ya avisó el técnico en la previa. De entrada, el Barcelona recuperó el 4-3-3 con Jose Arnaiz, del filial, como a único delantero puro, acompañado por Aleix Vidal por la derecha y Denis Suárez por la izquierda. Paulinho volvió al centro del campo con André Gomes, ambos protegidos por Sergio Busquets. Mención especial para Vermaelen en defensa, de nuevo imperial al lado de Piqué.
Jose Arnaiz tardó poco en demostrar que era una apuesta acertada. Al cuarto de hora, André Gomes cabalgó por banda izquierda hasta penetrar dentro del área y dar el pase atrás. Fantástica asistencia del luso que aprovechó el talaverano para rematar a gol. Tercera diana del jugador del filial en tres partidos que le convierten en el máximo goleador azulgrana en Copa del Rey.
El tanto culé acalló Balaídos y serenó el partido para el Barcelona. El cuadro de Valverde lo aprovechó para reubicarse de nuevo al clásico dibujo y a los numerosos cambios en el once. Pero el Celta ya había avisado en un a acción de Aspas en la que apareció Semedo para robarle la cartera cuando ya encaraba a Cillessen, de nuevo titular en Copa.
Aún así, el cuadro local no renunció al estilo impuesto por Unzué. El Celta siguió mordiendo arriba, dificultando la salida de balón del Barcelona, que parecía tener el choque controlado hasta que en una acción se juntaron los tres delanteros locales. Aspas remató al larguero un centro de Maxi Gómez, la defensa barcelonista dudó y el balón lo recogió Sisto que fusiló a Cillessen e igualó el choque a la media hora.
La versión culé aún mejoró tras el descanso. Arnaiz dispuso de dos buenas ocasiones para marcar el segundo. Un remate al que llegó forzado desde la derecha y taponó bien Sergio y un cabezazo que no pudo dirigir a portería. Eso sí, la más clara fue de Denis Suárez. El gallego, que jugaba en casa, llegó solo desde atrás, pero no pudo empujar a gol un centro medido de Semedo. El Barcelona merecía el segundo. Más aún cuando Busquets, con un trallazo desde fuera del área, envió el balón al larguero. El Celta, por su parte, creció con la entrada de Emre Mor, que disparó hasta en tres ocasiones.
Una ocasión para Dembélé
Tras el buen inicio de segundo tiempo, la mejor noticia en clave culé fue el regreso de Ousmane Dembélé, que entró por Arnaiz en punta. Al francés se le vio con ganas, aunque demostró que le falta ritmo. Se vio en la ocasión que dispuso. Cazó un balón largo, vio a Sergio avanzado pero no se atrevió a picar por encima del meta y acabó perdiendo ante Fontàs.
Finalmente, Sergi Roberto, otro de los jugadores que entró de recambio, pudo marcar el tanto de la victoria, pero su remate se estrelló de nuevo en el palo. Así, con el 1-1, el pase se decidirá en el Camp Nou.
El dato 26 partidos invicto La racha del Barça de Valverde sin perder sigue: 20 victorias, 6 empates, 64 goles a favor y 13 en contra