El Barça, de tres en tres en la fiesta de Leo
Un Messi enorme dirigió el triunfo ante un Levante competitivo con un gol suyo y dos más de Suárez y Paulinho
El Barça retomó la Liga ganando con el mismo guarismo con el que marchó de vacaciones: 3-0. La fórmula del conjunto de Valverde tuvo dos componentes esenciales frente a un Levante competidor: disciplinada labor de equipo por un lado y un Messi enorme por otro. El Levante trató de empequeñecer a Leo, como había vaticinado su entrenador en la víspera, con una feroz presión. Lo que no adivinó Muñiz fue el desenlace: a pesar de esa presión, traducida en innumerables trompicones, tarascadas y faltas, Leo completó otra actuación magnífica en su partido 400 de Liga con el Barça. El rosarino y Suárez resolvieron en el primer tiempo, pero la réplica del Levante fue consistente y hasta el 3-0, de Paulinho tras otro jugadón de Leo, ya en el descuento, el Camp Nou no respiró tranquilo del todo. Valverde planteó cambios, Dembélé reapareció en el Camp Nou y Mascherano ocupó el puesto de Piqué en una actuación con sabor a despedida, quién sabe si la última del ‘Jefecito’ ante un público que le adora.
El triunfo barcelonista fue muy trabajado, con más oficio que brillantez. No hubo ninguna concesión por parte del Levante, que en el segundo tiempo fue capaz de controlar el mejor juego barcelonista. Reapareció en el once titular Dembélé, inhibido, con más nervios que acierto. Valverde lo situó como extremo derecho en un dibujo que recuperaba la ‘asimetría’ del principio de temporada, al quedar la banda izquierda abierta para las subidas de Jordi Alba. El lateral fue una baza atacante decisiva en su sociedad letal con Messi, mientras que Dembélé exhibió falta de ritmo pese a que cambió varias veces de banda y acabó buscando el interior para dejar la banda a las subidas de Sergi Roberto.
Costó poner la maquinaria en movimiento ante un Levante que abrió el partido plantando cara con presión alta y un par de contras con peligro después de pérdidas en la zona de creación, algo imprecisa, del Barça, con Rakitic como medio centro por el sancionado Busquets e Iniesta y Paulinho en los interiores. No hubo que recurrir a la carta Ter Stegen hasta el segundo tiempo, especialmente gracias a un gran Mascherano.
El argentino frustró varias llegadas de Boateng, destinatario de las contras levantinistas, generadas por Ivi, Doukuré o por un Lerma pasado de revoluciones que en cada balón dividido arrasaba con todo pese a jugar con una amarilla desde su primera entrada, durísima, a Messi.
El dúo Messi-Alba
Antes de que la cosa se complicase, el crack argentino culminó una larga posesión con un pase al hueco a Jordi Alba, que no esperó a que el balón llegase al suelo y devolvió a Leo de primeras con la cabeza. La volea implacable de Messi rebotó en el palo y entró en la meta de Oier.
El irundarra, varias temporadas tercer portero azulgrana, evitó por dos ocasiones el 2-0, una a disparo seco de Suárez desde muy cerca tras recortar a su marcador y otra tras una conducción por el centro de Dembélé, cuyo chut fue repelido por el meta. Pero no pudo con un empalme demoledor de Luis Suárez al rematar un centro de Sergi Roberto por la derecha tras una gran apertura de Mascherano.
Ter Stegen entró en acción en el segundo tiempo y frustró una reacción del Levante que habría sido muy peligrosa. Rechazó primero un remate lejano de Ivi y, más adelante, tapó un remate del lateral Shaq tras gran jugada de Jason. Hasta el descuento, con el 3-0, obra de Paulinho tras sensacional acción personal de Messi, no hubo tranquilidad plena en las gradas del Camp Nou