Coste y rendimiento

El precio de un jugador se debe valorar como la ecuación entre el precio de su fichaje y su rendimiento a lo largo de los años de contrato. En ocasiones lo que puede parecer caro se acaba convirtiendo en barato y viceversa. En las dos últimas ventanas de mercado el Barça ha invertido 300 millones de euros con las incorporaciones de Dembélé y

Coutinho. Una cantidad ciertamente importante, puesto que se trata de la suma de los dos fichajes más caros de la historia del club, pero que vendría ser la resultante de los 222 kilos que se ingresaron por la marcha de Neymar al PSG, más los 80 que se tenían previstos, como mínimo, gastar con la pretendida llegada de Verratti.

A principios de temporada los 40 millones que se pagaron por

Paulinho, un futbolista de 29 años procedente del futbol chino, parecieron una barbaridad. Ahora con los siete goles que el centrocampista brasileño lleva marcados en la Liga, nadie se atreve a discutir su fichaje y su nombre es aclamado en el Camp Nou. En otras ocasiones, jugadores que llegaron con la carta de libertad de sus equipos de procedencia, sin pagar un solo céntimo por su traspaso, como lo fueron en su tiempo

Ezquerrro y Van Bommel, pero que tuvieron una aportación casi testimonial. Era aquello que un amigo periodista catalogaba como “futbolistas con coste cero y rendimiento uno”.

La llegada de Coutinho fue un auténtico regalo de los Reyes Magos de Oriente para los culés que vuelven a ilusionarse con una plantilla cargada nuevamente de cracks y en la que Valverde tendrá que hacer un auténtico master de gestión para que todas las piezas puedan encajar. Porque a día de hoy en un partido decisivo cuesta de visualizar en un mismo once a