Peterhansel, con todo de cara
Loeb abandonó tras quedarse encallado en dos dunas y Stéphane es más líder, con 31’16” de ventaja sobre Sainz
Stéphan Peterhansel ya tiene el Dakar donde quería. Ayer el francés se hizo con el liderato de la prueba sudamericana y arrancará hoy en la sexta etapa con su compañero Carlos Sainz en segunda posición a todo un mundo, a 31’16”. ‘Monsieur Dakar’ ya venía avisando desde hace días. En la prueba más dura del mundo del motor lo primordial no es ser rápido, sino ser listo y saber leer la carrera, terreno en el que Stéphane no tiene rival. Lo demostró una vez más. Astuto y paciente como un felino salvaje que va en busca de su presa, el vigente campeón del Dakar buscó su sitio controlando la prueba sin errores durante las primeros días, y el resto lo hicieron las duras etapas de dunas en el desierto peruano, que se encargaron de acabar con las opciones de dos de sus grandes rivales. Después del abandono de Cyril Despres del pasado martes, ayer le tocó el turno a Sébastien Loeb. El nueve veces campeón del mundo de rallies ya avisó en la previa que esta sería su última oportunidad de ganar el Dakar por la marcha de Peugeot, y el desenlace no pudo ser peor para el alsaciano.
El piloto de RallyCross y que en 2018 competirá en tres pruebas del Mundial de Rallies con Citroën venía encendido tras marcar el mejor crono en el primer way point pese a la dificultad añadida de tener que abrir pista. Sabía que tenía que arriesgar para arañarle minutos a un Peterhansel que empezó controlando a su compañero desde la segunda posición. Sin embargo, le duró poco la sonrisa a ‘Seb’, ya que poco después se quedó atrapado en una duna y pasó por el segundo way point a más de 2 horas y 45 minutos. Ya consciente de que el triunfo se le había escapado, con la moral minada, Sébastien se topó de nuevo con otra duna que le obligó a abandonar debido al dolor que sufría su copiloto Daniel Elena tras el último golpe.
De esta manera, Peugeot no podrá copar el podio de Córdoba como lo hizo el pasado curso en Buenos Aires, aunque sí confía en ver a Carlos subirse al segundo escalón por detrás de Peterhansel. El madrileño, que podría estar protagonizando su última participación en la mítica prueba, no pudo seguir el ritmo frenético de su compañero galo y finalizó a 18’10’’ del ganador, por detrás de los pilotos de Toyota Ten Brinke (a 4’52 del líder) y De Villiers (a 12’47”). El bicampeón del mundo de rallies tuvo otra jornada plagada de contratiempos. “Al inicio de la etapa hemos encontrado arena blanda y nos hemos quedado atascados nueve minutos. Más adelante, rodando muy, muy despacio en un cauce de un río seco hemos semivolcado quedando el coche apoyado sobre mi lado, teniendo que esperar a que llegasen cuatro participantes en moto para podernos sacar”, explicó Carlos al término de la jornada.
En la general, a Peugeot no le queda más que controlar lo que resta de carrera, ya que la primera amenaza es Ten Brinke a más de 1 hora y 15 minutos en la tercera plaza. Peterhansel lo tiene todo de cara