Xavi no ataca al Madrid
En Jugones tergiversaron las palabras de Xavi para construir un ataque al Madrid
La obsesión de Josep Pedrerol con Xavi Hernández es ya ofuscadora. Ni le perdona que tiempo atrás eligieraa Messi antes que a Cristiano ni sus declaraciones políticas. Le machaca a la mínima ocasión, forzando el motivo. Quiere convertirle en alguien malvado. Por enésima vez, el martes en Jugones advertían: ‘Xavi ataca al Madrid’. Eligieron fragmentos de las respuestas del jugador en una entrevista en El País para charlar sobre fútbol y construyeron un contexto narrativo que pretendía convencer al espectador que Xavi menospreciaba al Madrid. Destacaban, por ejemplo: “Si pones a Bale en el medio ya no sirve. Son jugadores de banda, de dribling” o “Busquets hace cosas que Casemiro no entiende” o “En el Bernabéu, si el defensa despeja a la grada la gente aplaude. En el Camp Nou, tiras el balón a la grada y el murmullo es tan bestia que es negativo”. La voz en off del vídeo aformaba que Xavi “nuevamente aprovecha cualquier ocasión para criticar al Real Madrid y a sus jugadores”.
Una reflexión tendenciosa. Xavi no aprovecha cualquier ocasión. A Xavi le preguntan y él contesta. Además, la entrevista tenía absoluta voluntad de análisis futbolístico, de abordar cuestiones tácticas. Se trata de opiniones futbolísticas hechas desde el análisis detallado y respetuoso. ¿Qué futbolistas queremos? ¿Expertos conocedores de su deporte o simples repetidores de monosílabos y tópicos? No hace falta nada más que leerse la entrevista y comparar con la síntesis de Jugones para ver la tergiversación y la manera de embrutecer el discurso de Xavi.
Este sesgo manipulador que hace Jugones con las respuestas de Xavi, convirtiendo minuciosas disertaciones de fútbol en vulgares ataques, son un claro síntoma de la involución que supone el periodismo de Pedrerol: el que ya no tolera reflexiones futbolísticas o tácticas más allá de los colores, el que se basa en el conflicto y no en la información y el análisis, el que se instala en la confrontación de declaraciones y no en el valor del argumento, el visceral y no el que apela a la razón, el que busca el impacto y no el contenido, el que siembra odio y no el que cultiva el intelecto