Un título en juego
Esta noche no se gana la Copa del Rey pero puede perderse ante el Celta, que se clasificaría con el resultado que sacó del Camp Nou hace apenas un mes
La impecable marcha del equipo es inversamente proporcional a la asistencia de público al Camp Nou. Ambas cosas, contra pronóstico. Nadie esperaba que tras perder la Supercopa Valverde encadenaría 26 partidos invicto y ni los más pesimistas imaginaron que en Can Barça la asistencia media de esta temporada apenas superase los 63.000 espectadores. Es decir, 14-15 mil personas menos que la campaña anterior. La última referencia, la visita del Levante, es desalentadora: 56.380 espectadores en el regreso de Dembélé al estadio después de tres meses de lesión.
Mientras se encuentra explicación a la alarmante caída de espectadores e ingresos, llega un nuevo rival. Un partido, sinceramente, al que no se le ha dado ni bola siendo, como es, una cita de vital importancia que ha tenido tratamiento de trámite cuando la pura verdad es que hay un título en juego. No, desde luego, para ganarlo, pero sí para perderlo. El Barça empató a un gol en Balaídos (sin los cracks) y tendrá que ganar (con ellos) al Celta para seguir en la competición. Es decir, con los mismos que en Liga, hace apenas un mes, empataron a dos. Un resultado que de darse hoy dejaría fuera de la Copa al líder de la Liga.
Fue aquel el partido del vermut, a las 13.00 h. en el que se lesionó seriamente Umititi. Arrancó adelantándose el Celta, con gol firmado por Aspas, remontaron Messi y Suárez para acabar igualados con el tanto del tanque uruguayo Maxi Gómez. Y, por cierto, la asistencia fue de 63.208 espectadores. Justo la media del curso y vamos a ver si hoy, a las 21.30 h., se supera o no ese raquítico aforo en lo que es duelo a cara o cruz. El Barça, vigente campeón, pone su título en juego y la posibilidad de revalidarlo por cuarta vez consecutiva.
La cosa es que el deslumbrante y multimillonario fichaje de Coutinho y hasta el tira y afloja con Palmeiras por Yerry Mina le han quitado al Barça-Celta el protagonismo y la trascendencia que merece. Y, sí, de acuerdo, con la temporada que lleva el Barcelona no sería una catástrofe caer en octavos de final de la Copa del Rey, pero también es cierto que un borrón como ese desluciría de muy mala manera el expediente del equipo. Algo que sí tienen en cuenta el entrenador y el vestuario, que abstrayéndose del ruido externo provocado por la llegada de Coutinho, se ha preparado con la intención de que el Celta, verdugo de las últimas esperanzas del Madrid en Liga, liquide en el Camp Nou el reinado del Barça en la Copa