La vergüenza de la Euroliga
Bochornoso que el realizador se dedicara a exhibir las mujeres atractivas de la grada
En el partido de ayer de Euroliga entre el Panathinaikos y el Barça, no hizo falta ni que empezara el partido para detectar un vicio absolutamente caduco de la realización: mostrar primeros planos de mujeres atractivas que están de espectadoras en la grada. Todavía tenían que empezar a jugar que ya habían exhibido a dos chicas rubias. No se había terminado el primer cuarto de partido que ya llevábamos cuatro planos de bellas mujeres disfrutando tranquilamente en la grada, sin ser conscientes de que estaban siendo utilizadas como vulgares trofeos televisivos de lujo de la Euroliga. En algún caso, los planos eran tan cerrados que sólo incluían parte del rostro: de los ojos a los labios. Esto sin contar un par de generosos encuadres de las animadoras. Cuando faltaba un minuto para terminar el primer cuarto, sucedió algo bochornoso y muy forzado. Aprovechando el brevísimo instante que hay entre dos tiros libres, el realizador pinchó dos planos de los rostros de dos chicas guapas.
Esta obcecación por encontrar mujeres bellas entre el público y mostrarlas para amenizar las pausas del juego era muy habitual pocos años atrás en cualquier evento deportivo. De vez en cuando todavía se cae en la misma vulgaridad machista. Como ayer. Lo mejor del caso es que en el Esport3, el narrador Jordi Robirosa, al ver cómo el realizador estaba utilizando este recurso tan lamentable y sexista, no se calló: “¿Y ahora por qué nos enseñan a estas señoritas?”. Y el equipo de comentaristas pasó a criticar esta situación intolerable. Bien por ellos.
Parece mentira como competiciones tan exigentes y escrupulosas con la realización, que tienen libros de estilo muy específicos sobre cómo deben ser estas emisiones, caigan a estas alturas del siglo XXI en recursos machistas que no aportan absolutamente nada al partido. Refuerzan el falso estereotipo que las mujeres están en el deporte para exhibirse y no porque les interese el partido, las cosifican y las convierten en simples adornos del deporte. La Euroleague debería emitir un comunicado oficial disculpándose por caer en tal bajeza televisiva