Exigente, espectacular y equilibrada
La Vuelta 2018 empezará en Málaga el 25 de agosto y acabará en Madrid el 16 de septiembre, tras 21 etapas y unos 3.271 kilómetros
Una batalla por todo lo alto. La Vuelta 2018 se mantiene fiel a la propuesta de las últimas temporadas y sigue apostando por la espectacularidad de la montaña, por los finales explosivos y por mantener el suspense deportivo hasta el final, con una última semana de vértigo y dos etapas finales en Andorra que acabarán de inclinar la balanza en beneficio de los supervivientes más ambiciosos y fuertes del pelotón. La 73ª ronda española comenzará el 25 de agosto en Málaga con la primera de las dos contrarreloj individual y finalizará en Madrid el 16 de septiembre: un recorrido de unos 3.271, 4 kilómetros que se reparten en seis etapas llanas y dos etapas llanas con final en alto, seis etapas de media montaña, cinco jornadas de montaña y dos contrarreloj individual.
Andorra decidirá al ganador
El recorrido se divide en tres grandes bloques, va de menos a más y presentará como primer aliciente el Caminito del Rey del segundo día, cima en la que se impuso Chaves en 2015, antes del primer pulso serio con el final inédito en Alfacar y sus rampas del 20%. La Covatilla, 9ª etapa, pondrá fin al primer asalto, antes de mirar hacia el norte y encarar tres días selectivos: La Camperona, cuya dureza vuelve tras dos años; el final inédito en Praeres Navia, explosivo con rampas del 15%, y la clásica de los Lagos de Covadonga, uno de los perfiles más duros, 4.000 metros de desnivel y el ascenso dos veces al Mirador del Fito.
Los corredores necesitarán como agua de mayo la segunda jornada de descanso, previa a la CRI de 32,7 km de Santillana del Mar, que colocará a cada corredor en su sitio antes de las duras cuestas, 17 y 18%, del Monte Oiz (17ª), previo al desenlace de Andorra. Primero con el ascenso a La Rabassa (20ª), que puede deparar algún disgusto, y después con la temida etapa reina. Día corto pero durísimo, 105 km y un desnivel acumulado de casi 4.000 metros, con el final en el Coll de La Gallina y cinco cimas previas, con muchos km ya en las piernas. Emoción garantizada hasta el final en una Vuelta que premiará al más regular y resistente y que mejor arropado esté