“NO HAY QUE HACER UN DRAMA SOBRE MÍ”
Viran Morros, de 34 años, compite en el Europeo de Croacia después del anuncio de su fichaje por el París SG hasta 2020 cuando acabe en junio su contrato con el Barça, cuya secretaría técnica cree que su etapa en el Palau se ha acabado tras siete temporadas.
¿A qué aspira la selección?
Tenemos nuestras armas y confiamos en nosotros mismos. El objetivo es intentar luchar por las medallas, pero no será fácil. Hay más favoritos que nosotros, pero seremos competitivos. Nunca vamos de sobrados y siempre nos exprimimos al máximo, es nuestra forma de ser. No tenemos a fueras de serie como otros, pero el conjunto es nuestra gran arma y nos hace fuertes.
Alemania les ganó claramente la final de 2016, por 24-17.
Esa espina no te la sacas hasta la final. Pensaremos en eso más adelante, ahora toca pensar en el grupo, muy exigente y con rivales muy duros.
A partir de julio volverá a jugar al lado de Karabatic en el PSG.
Siempre hablamos. Hicimos amistad en Barcelona y su recomendación ha pesado seguro. Me hace ilusión volver con un compañero al que valoro mucho: siempre ha demostrado que es el mejor y por qué lo es.
¿Cómo digiere su salida del Barça?
La decisión está más que asumida. Desde septiembre sé que el club no cuenta conmigo y he ido asimilando la situación. Salieron diversas ofertas y ahora estoy tranquilo y satisfecho. El PSG es un destino fantástico para poner el último toque a mi carrera. Estoy como un niño con un juguete nuevo, lo que no quita que yo quería seguir en el Barça.
¿Está dolido?
No, para nada. El club ha sido claro y siempre se ha comportado bien conmigo. Mi deseo número 1 era retirarme en el Barça, siempre pensé que sería así, pero no lo será. Es una decisión técnica seguramente correcta para el club, la respeto y no puedo hacer nada más. Tampoco hay que hacer un drama de esto. Es ley de vida, en el deporte pasan estas cosas.
Una mezcla de sentimientos, ¿no?
En el aspecto personal, irse de aquí no es fácil. Yo estoy triste por irme del Barça, mi casa, donde siempre he querido estar, me crié como jugador y estoy muy a gusto en un vestuario que quiero mucho porque tenemos un ambiente brutal. Yo soy culé desde pequeño y he vibrado con todos los deportes del Barça. Mi corazón no cambiará nunca, siempre seré culé y desearé lo mejor para el Barça. Para mí y cualquier niño culé, jugar aquí es lo máximo. He vivido momentos en el Palau que quedarán guardados en mi memoria toda la vida. Ganar la Champions es una de las cosas más grandes que he vivido y seguramente viviré. No puedo decir que ahora se caiga un castillo de naipes. Estoy orgulloso de haber sido partícipe de todo esto. Ha sido un sueño.
Sin usted, el Barça pierde a otro jugador de la casa.
Lo de los sentimientos a veces sí es importante, pero la gente lo coge muy rápido cuando lo vives de cerca. En el vestuario no hace falta ser de la casa para tener sentimiento culé. Los que somos de la casa transmitimos esos valores, la importancia de valorar este club, porque estar en el Barça es único. Veremos si voy al mejor equipo del mundo, pero no tengo duda de que dejaré el mejor club del mundo.
¿Cree que ha bajado su nivel?
No soy yo quien debe valorar eso. Yo siento que los dos últimos años he jugado todo a buen nivel. Me he sentido útil e importante y estoy satisfecho con mi trabajo. El equipo técnico y los compañeros siempre me han valorado. Considero que he sido competitivo y estos seis últimos meses serán especiales, quiero disfrutarlos a tope. Levantar la Champions sería un final increíble