Un muerto muy vivo
CUANDO EL BARÇA DABA SUS primeros y dubitativos pasos en la Liga con un
Valverde en fase de estudio, uno de los temas favoritos del firmamento mediático en Barcelona, por no decir el que más entre semana, era Benedito y su intento de moción de censura, cuyos resultados se llevó al limbo la máquina trituradora. De las papeletas y del excandidato que tanto animaba el salón de actos del Colegio de Periodistas de Catalunya nada más se supo. No le falta razón a Jordi Alba cuando dice que el Barça se discute, desmenuza y crítica a diario, mientras que la dinámica del entorno del Real Madrid suele ser más positivista con el viento en contra. Si el equipo del ‘Txingurri’ estuviera hoy a 19 puntos del Real Madrid y esperando como un conejo asustado recibir el sopapo del PSG , no se salvaría ni el acomodador del palco. La cultura del Madrid acostumbra a recurrir a la historia, al escudo y hasta a la superstición para tirar de ilusión cuando el equipo se encalla. El agua nunca llega al cuello y, de hecho, no pocos madridistas confían en la resurrección milagrosa de Zidane y sus jugadores para pasar ronda ante los franceses. El muerto siempre está muy vivo. “Aquí, la prensa y la afición somos más críticos; allí lo tapan más”, señaló el bravo lateral de L’Hospitalet.