Yo también soy Dembélé
Suerte que está Valverde para poner las cosas en su sitio. Ayer, cuando la espiral para etiquetar a Dembélé como un jugador de cristal circulaba ya de forma imparable por tertulias profesionales y en conversaciones de amigotes, salió el entrenador del Barça para poner las cosas en su sitio. Cuando un deportista que ha estado cuatro meses fuera de circulación vuelve a competir, no es extraño que se produzca una pequeña lesión muscular. El cuerpo necesita un rodaje para volver a engrasarse como una máquina perfecta. Y más aún en un jugador explosivo
como él. Los entrenos del Rennes y del Dortmund nada tienen que ver con los del Barça. El francés, que no tuvo ni pretemporada en Alemania ni en el Barça, se lesionó de gravedad en Getafe. La suerte es que la operación en Finlandia fue bien, la recuperación se ha cumplimentado en los plazos óptimos y esta pequeña rotura nada tiene que ver con la zona de rotura del tendón de los isquiotibiales. No es una recaída. Como dijo pues Valverde, “tampoco vamos hacer la bola muy grande”. Y añadió que “vamos a ayudarle todos en lo que podamos”. No parece que el entorno esté por ayudar y tener paciencia con este futbolista distinto, que la toca tan bien con ambas piernas que se hace visualmente raro porque no estamos acostumbrados a verlo
1.
Vista la patada del árbitro francés al defensa del Nantes, me pregunto: ¿qué árbitros de la Liga española desearían reaccionar de la misma manera? Es más, ¿y contra qué jugadores? Se admiten apuestas.
2.
El dato de la semana: El brasileño Paulinho está a un solo gol de marcar tantos goles en Liga como los que metió su compatriota Neymar en su primera temporada en el Barça: 9.
3.
Por cierto, ¿tanto costaba que en el estreno del lunes del documental sobre Gamper, hubiera un capitán del equipo de fútbol en el teatro? Estaban los capitanes de balonmano, hockey, fútbol sala y fútbol femenino… Y estaba Valverde, “chapeau” por él.