Cuando el Real no es el Castor
La situación del Real Madrid (a 20 puntos del líder con un partido menos, pero con el goal average desfavorable respecto al líder) se ha calificado por algunos como algo inexplicable, como si se tratara de una casualidad o de un mal de ojo echado por algún chamán. Pero no es así. Hay motivos que invitan a pensar que, por suerte, el Real de Florentino no es el Castor de Pérez. O, dicho de otra manera, cuando en fútbol se hacen las cosas mal, se pagan las consecuencias. No como ocurre con los negocios de Pérez, que cuando no acaban bien (caso Castor), pagamos las pérdidas entre todos por decreto del PP. Eso sí es ser un crack.
El responsable técnico y a la vez presidente del Real cambió hace un año de estrategia y, en lugar de galácticos, se dedicó a fichar todas las promesas del fútbol español, sin saber si tienen nivel para relevar a los campeones de dos Champions y una Liga con Zidane. Pero con los Theo, Asensio, Ceballos, Vallejo y los canteranos Llorente, Nacho y Mayoral, el equipo es incapaz de ganar a un Segunda (Numancia) o un Segunda B (Fuenlabrada) en el Bernabéu. Además, despidió a Pepe, que aportaba contundencia a la zaga, y traspasó tres arietes (Jesé, Mariano y Morata )yun mediapunta goleador (James) para quedarse con un Benzema que es ahora mismo el icono de la ira que supura por el Bernabéu. Otros hechos que ayudan a comprender el desastre son el cabreo de Ronaldo por cobrar menos que Messi, el fin de la chiripa de los goles de Ramos en los últimos minutos y también las históricas, pero ahora insuficientes, ayudas arbitrales.
Para remediar tanto error y tanto infortunio, se dice que Pérez está preparando el equivalente a medio Castor (unos 700 ‘kilos’) para contratar a Ney, aun a costa de petar Bankia otra vez. Pero eso quizá no llegue antes de que el Real de Floren consiga su clasificación para la previa de la Europa League, lo que al paso que lleva tendrá comprometida a final de Liga