Los campeones se dejan ver
Djokovic y Wawrinka, doloridos pero vencedores en su regreso, y Federer imperial
Acumulan doce de los últimos catorce títulos del invidivual masculino del Open de Australia, los ocho más recientes descontando el conseguido por Rafa Nadal en 2009. Son el vigente campeón, Roger Federer, también el mejor en 2004, 2006, 2007 y 2010, el más laureado de la era Open, seis veces cominador en Melbourne, Novak Djokovic (2008, 2011 a 2013, 2015-16) y Stan Wawrinka, que se metió en el palmarés en 2014. Tres pesos pesados que se dejaron ver en la jornada de ayer, de manera diferente aunque con el común denominador de la victoria.
Federer inició la defensa de la corona, como la dejó en su triunfo sobre Nadal en la final de 2017. Impulsado por su inmaculada Copa Hopman, cuatro partidos individuales ganados y otros tantos en el doble mixto con Belinda Bencic, irrumpió en competición oficial planeando sobre la central. 6-3, 6-4 y 6-3 sobre el esloveno Aljaz Bedene. Rápido de piernas, pletórico de confianza y manteniendo un saque letal: los tres turnos iniciales de saque, en blanco.
Más expectación creó la irrupción de Novak Djokovic, inédito desde Wimbledon 2017 por la lesión de codo, así como la de Stan Wawrinka, que se sometió a una doble operación de rodilla el verano pasado. Uno y otro declararon que habían acusado ligeros dolores en las respectivas articulaciones reparadas, pero pudo más la satisfacción de levantar de nuevo los brazos en señal de celebración.
Resolutivo Djokovic ante el zurdo Donald Young, 6-1, 6-2 y 6-4, aunque le espera un test de entidad ante su sucesor en el palmarés del ATP de Doha, el francés Gael Monfils, otro antiguo top-10.
Wawrinka eliminó a un rival asimismo consolidado en ATP, el lituano Ricardas Berankis, 6-3, 6-4, 2-6, 7-6 (2). Le espera el norteamericano Tennys Sandgren.
A ‘Nole’ y Stan les falta recorrido para adquirir su mejor forma, pero “es formidable poder jugar sin estrés ni dudas. Disfrutando”, subrayó el helvético