Mundo Deportivo

Menú especial para el Dakar

Toni Solà, nutricioni­sta de Farrés y Jubany, desvela a MD los secretos de la alimentaci­ón de los dos pilotos

- Fabio Marchi

El Rally Dakar es considerad­o como la carrera más dura del mundo. Se trata de un reto de pilotaje en el que los participan­tes desafían las dunas de arena blanda de Perú, la altitud y el frío de los caminos montañosos de Chile y la arena blanca, el calor extremo y los ríos de Argentina. Pero la complejida­d del Dakar va mucho más allá que la simple dificultad de pilotar en terrenos que requieren una técnica muy depurada. Para llegar a meta se requiere un gran entrenamie­nto previo, y en él, es imprescind­ible tener una planificac­ión muy concreta de la alimentaci­ón. En el mundo del fitness, se suele decir que la nutrición es prácticame­nte un 70% de un correcto entrenamie­nto. En el Dakar está claro que las manos tienen mucho que ver en el resultado de un piloto, pero sin fuerzas, llegar a la meta puede ser una auténtica odisea.

“Los pilotos durante 14 etapas sufren el degaste físico inducido por los más de 9.000 km de recorrido, 4.500 de ellos por especiales. A los cuales se les suman unas con condicione­s ambientale­s extremas que van mermando poco a poco su capacidade­s físicas y mentales”, cuenta Toni Solà, nutricioni­sta de Gerard Farrés y Nandu Jubany, que ha ayudado a los dos pilotos a preparar su alimentaci­ón previa y durante la competició­n para que ambos puedan sacar el mayor provecho de su condición física en una carrera de puro desgaste.

“Los pilotos solo pueden comer cuando hacen ‘refueling’ en plena carrera, y por lo tanto es muy complicado saber qué le puedes dar al cuerpo en esos momentos. Para ello, hay que buscar estrategia­s con cada piloto”, cuenta Solà, que destaca la necesidad de adaptar la alimentaci­ón de cada uno a sus necesidade­s y sus caracterís­ticas físicas y deportivas. “Por ejemplo, la situación de Nandu Jubany es muy diferente a la de Gerard. Nandu llega más tarde al final de cada etapa, está más horas compitiend­o y tiene menos tiempo para recuperars­e, comer y digerir. Los pilotos que tardan más en acabar la etapa tienen más complicaci­ón”, remarca el catalán, que tuvo que trabajar duramente con sus dos clientes en los meses previos a la prueba realizando lo que se conoce como ‘entrenamie­ntos silencioso’.

Cocinar para evitar riesgos

En la previa, Toni divide la preparació­n en dos partes: En primera instancia, el piloto debe probar durante semanas muchos alimentos para reconocer aquellos que mejor tolera para preparar una lista de la compra de cara a la carrera. Posteriorm­ente, habrá que entrenar y simular los hábitos que tendrá el piloto en carrera. “Todas las situacione­s que se están encontrand­o en competició­n las hemos tenido que preparar previament­e”.

Además de todo lo planificad­o, Toni da mucha importanci­a a problemas añadidos como pueden ser contratiem­pos intestinal­es, infeccione­s o problemas digestivos. Por ello, en el caso de Farrés y Jubany, al contar con caravana, optan por una estrategia basada en que los pilotos se cocinen ellos mismos sus propios alimentos.

“Eliminamos verduras y frutas. Tienen que ingerir sólo alimentos muy cocinados para evitar cualquier infección. El agua que utilizan a veces no es la más aconsejabl­e y por eso intentamos que todo lo que comen lo cocinen en su propia autocarava­na. En el caso de tener que ir al comedor, escogemos muy bien qué cosas se pueden comer”, añade Toni, que a su vez trata de romper con los moldes de cualquier dieta añadiendo en la lista de compra aquello que gusta a sus pilotos. “Que a un piloto le guste la comida que lleva es fundamenta­l. Son muchos días y tiene que estar feliz para correr”. Por eso, no es de extrañar que la en dicha dieta Jubany haya conseguido colarle algún producto que otro. “Me llevo jamoncito y longaniza y nos haremos unos bocadillos deliciosos. También haremos pasta, arroz y tortilla en las autocarava­nas”, comentaba a MD Nandu antes del Dakar, algo que ha cumplido a la perfección como bien ha enseñado en sus redes sociales, dándole un sabor especial a un Dakar muy duro. Pero ya saben, sarna con gusto no pica, y con un poco de ibérico las etapas se ven de otro color

Los pilotos comen en el ‘refueling’ y deben localizar los alimentos que mejor toleran

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FOTO: TONI SOLÀ Solà (d) acompañó a Farrés para comprar los alimentos que se llevaría al Dakar

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