Peugeot, por la puerta grande
Los franceses se despidieron del Dakar con su séptimo triunfo en su octava participación
Las despedidas suelen ser tristes, pero Peugeot está consiguiendo cambiar dicho concepto al marcharse con una inmensa alegría del Dakar por segunda vez en su historia. La marca del león saludó a la histórica carrera de nuevo con el cetro en su bolsillo, esta vez, con un triunfo de un Carlos Sainz que ya merecía el premio después de ser clave en el desarrollo del buggy que tanto ha dominado en los últimos años. Curiosamente, la marcha de la firma gala de dicha competición podría empujar también al madrileño a poner punto y final a su dilatada y exitosa carrera profesional. Como en muchas ocasiones ha reconocido el español, su mujer Reyes espera que por fin lo haga, y precisamente será ella y su familia los que empujen a Carlos a tomar un rumbo definido.
Carlos y Peugeot, Peugeot y Carlos. Desde lo más alto. Por la puerta grande, como merecen tras unir sus fuerzas para iniciar su andadura en 2015. Posiblemente, por aquel entonces frivolizaran soñando con un final tan perfecto, un desenlace que en el caso de la firma francesa sólo puede considerarse un ‘hasta luego’, como el que terminó siendo el que realizaron en 1990, cuando se marcharon con cuatro victorias consecutivas (tres de Ari Vatanen y una de Juha Kankkunen) para volver 25 años después con ganas de repetir aquellos éxitos. Y lo lograron.
Pleno en la primera etapa
La historia de Peugeot en el Dakar es sinónimo de triunfos, éxitos y alegrías. La firma del león debutó en la competición con equipo oficial el año 1987 con un Peugeot 205 Turbo 16 que se adaptó para dicho cometido tras la prohibición de los Grupo Benel Mundial de Rallies, y el coche respondió a la perfección también en el desierto africano. Ari Vatanen fue el primero en saborear la victoria con una carrera que significó un bálsamo para él, ya que fue la primera que corrió tras sufrir un aparatoso accidente en el Rally de Argentina del año anterior. El Dakar fue la competición que le devolvió a lo más alto tras unos meses muy complicados.
En 1988 el finlandés podía haber logrado su segundo Dakar consecutivo si no fuera por la extraña y famosa desaparición de su coche en plena noche, lo que hizo que la organización le descalificara por no poder cumplir con los horarios de la prueba. Sin embargo, ello no impidió que Peugeot siguiera dominando en África, ya que llegó al Lago Rosa con Juha Kankkunen en la primera posición.
En 1989, Ari Vatanen volvió a reinar, esta vez al volante de un Peugeot 405 con el que sumaría su tercera corona en 1990. La siguiente la lograría con un Citroën ZX, ya con Peugeot fuera de la competición tras dominar el Dakar con 4 triunfos consecutivos en otras tantas participaciones. 100% de efectividad para la firma que venía de dominar durante dos años consecutivos el Mundial de Rallies con Kankkunen en 1986 y Salonen en 1985.
Cabe destacar además que en la edición de 1990 Peugeot logró marcharse por todo lo alto, ganando quince de las veinte etapas de aquel año y logrando el primer triplete de una marca en una competición, con Björn Waldegard y Alain Ambrosino acompañando a Vatanen en el podio final. De esta manera, la marca de Sochaux completó seis años de un programa deportivo totalmente exito- so para buscar prepararse de cara a nuevos retos y objetivos. Y 25 años después, volvieron a apostar por los raids.
3 de 4 en su vuelta al Dakar
En 2015, la principal novedad del Dakar fue la vuelta de Peugeot con un proyecto ambicioso y con el que muchos denominaron ‘Dream Team’. Stéphane Peterhansel, Cyril Despres y Carlos Sainz serían los encargados de pilotar el Peugeot 2008 DKR. Posteriormente se le uniría otra estrella, Sébastien Loeb.
El primer año fue complicado, pero lejos de ser una decepción, sirvió para que los de Sochaux estudiaran todos los puntos que debían mejorar para volver en 2016 con más fuerza que nunca. Y así fue. A partir de la temporada siguiente, Peugeot se convirtió en el gran amo y señor de dicha carrera con tres triunfos absolutos en coches (2 de Peterhansel y este último de Carlos Sainz) y en 2017 fue capaz de repetir aquel triplete logrado en 1990 en el podio de Buenos Aires. 2018 fue el año de Peugeot y de Carlos Sainz, que encontró premio a su obsesiva preparación, a su carácter perfeccionista y al enorme trabajo que realizó desde 2015 con la marca francesa, que ahora enfocará su programaen el Mundial de RallyCross tras triunfar en Sudamérica