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Nace una nueva competición bianual la Nations League - que exprimirá aún más a jugadores ya maltratados por un calendario despiadado
Liga, Copa de la Liga o del Rey, Supercopas, Mundial de Clubs, Champions League, Europa League, Eurocopa, Copa América, Mundial, Copa de África, Copa Confederaciones, amistosos varios... Eramos pocos y parió la abuela. Cuando el sentido común sugiere aligerar los calendarios para no exprimir y/o acortar la carrera de los futbolistas, se acaba de oficializar una nueva competición, la Nations League.
El invento en cuestión confirma la celebración del torneo cada dos temporadas, iniciándose en el mes de septiembre de los años de Eurocopa y Mundial y concretándolos con una Final Four en los años impares. El primer sorteo se celebró ayer en Lausana y distribuyó, por coeficiente, a las 54 selecciones en cuadro divisiones que, entre septiembre y noviembre, disputarán seis partidos del torneo en cuestión y además hay otras dos fechas reservadas para amistosos. Los primeros de grupo accederán a una Final Four que se disputará del 5 al 9 de junio de 2019.
Todo muy bonito. Se anuncian ascenso, descensos , plazas de Eurocopa en juego y todas las emociones varias de este juego maravilloso que, cada vez más, parece destinado a llenar horas y más horas de televisión. No hay mayor espectáculo que un buen negocio y el régimen feudal de las grandes organizaciones futbolísticas sigue alimentándose vorazmente del derecho de pernada sobre los jugadores que religiosamente pagan los clubes.
La saturación física y psicológica a la que se somete a los protagonistas del juego, siendo ya desmedida, sigue creciendo al ritmo inflacionista de la economía futbolística. Sinceramente, por momentos parece como si el negocio ya no considerase a los futbolistas como lo que son, deportistas de élite, sino como lo que representan: un producto de inmensa demanda en el mercado que debe explotarse sin mayores miramientos.
A todo esto, los clubes, los paganos, tragan con todo. La necesidad les agobia. Algo más de lo que les dan les darán por esto de la Nations League, como algo les darán, sin ninguna duda, a los equipos españoles - incentivados por la LFP - que esta semana han regalado plazas de sus plantillas a jugadores de Arabia Saudí. Residentes, por así decirlo, que pagaran por estar, no por jugar. En realidad, en muchos casos, pagarán para que cobren sus nuevos compañeros. Esa es la coartada