Bailando al son del ‘Pichichi’
Ideó el primer gol y anotó el segundo de un zurdazo lejano, con lo que encadena ya 6 partidos y 8 tantos
El último baile de esta temporada se lo había marcado Yerry Mina tras un penalti al Espanyol en la Supercopa de Catalunya. Era su primer gol con el Barça y el colombiano no se reprimió en su habitual celebración. En el 35 de esta temporada, Leo Messi sorprendió también tirando de bailoteo. Austero casi siempre en su ritual goleador, el argentino festejó el segundo tanto al Athletic a la media hora con un breve y movido movimiento que dedicó a la zona de los palcos privados donde estaba su familia.
Otro partido al ritmo del ‘Pichichi’ de la Liga, al mejor jugador de siempre. No necesita verbalizarlo como hizo sin rubor Cristiano, autoproclamándose incomparable. Leo fue autor del definitivo 2-0 pero ya en el primero trazó la jugada del gol de Paco Alcácer, al enviar en profundidad un balón para que Alba centrara. El suyo fue novedoso esta temporada aunque pasó desapercibido. Es el primero que anota este año con un disparo desde la frontal del área. Todos los marcados desde fuera habían sido hasta ahora de falta lejana. Fue gracias a una buena asistencia de Dembélé, en otra sociedad que da réditos.
A sus 30 años y a pesar de los tremendistas y bochornosos vaticinios de algunos, Messi atraviesa un momento de forma tan efervescente como inacabable. Van 6 partidos consecutivos con un saldo de ocho dianas: el primero al Chelsea, un par al Girona, otro a Las Palmas y Atlético, dos más al Chelsea y el de ayer al Athletic. No falla desde el 20 de febrero pasado. En la primera vuelta, el argentino ya había dejado su huella en San Mamés. Esta sucesión de encuentros es su mejor racha en lo que va de temporada. A lo largo de esta campaña ya tuvo dos ‘sprints’ remarcables de tres y cuatro encuentros. Lleva 25 tantos, acercándose así a los 28 de Mohamed Salah, delantero del Liverpool que lidera la Bota de Oro con los cuatro que logró el sábado contra el Watford.
250 victorias y gol 500 con el ‘10’
Messi hizo lo de siempre, aunque tampoco esta vez le pararon. Kepa una vez, en el lanzamiento de una falta cuando sacó el balón de la escuadra. Después desenfundó un par de chuts en la primera parte y otros dos, alguno desviado, en la segunda. Bastó con la sensación de peligró que dio. Y, además, forzó una amarilla de Lekue. Fue su victoria 250 en el Camp Nou y el gol 500 con el dorsal ‘10’