Mundo Deportivo

Bendita de- pendencia

- Charly REXACH

Este año el Barça parece tener la suerte del campeón. La mejor prueba es que en Sevilla parecía que perdería el partido y al final lo empató ‘in extremis’, lo que significó una gran alegría para los culés. No quiero pecar de inmodesto, pero yo esta Liga la veo casi en el saco. A pesar de que el Atlético recortó dos puntos y está a nueve del Barça más el ‘goal average’, yo creo que todo el mundo sabe que este título tiene dueño y viste de azulgrana. Por tanto, aparte de luchar por asegurar el alirón cuanto antes, hay que buscar otras motivacion­es para que los futbolista­s no bajen la guardia, salgan los que salgan al campo.

Por ejemplo, hay que excitar la lucha por el récord de no perder ningún partido en el Campeonato, esa marca que tiene la Real Sociedad de la época en que yo jugaba. Primero igualarla y después llevarla lo más lejos posible para que cueste mucho que otro equipo te la quite. Insisto, cuando tienes la Liga tan encarada, hay que buscar nuevos retos. Hay que intentarlo para estar motivados todos los que jueguen, aunque haya rotaciones. Pero está claro que todo el mundo está pendiente ahora de la Champions. Lo otro es ir pasando las jornadas. Llevamos nueve puntos de ventaja y si faltando ocho partidos nos tenemos que preocupar por el título, apaga y vámonos. Uno de los encuentros que podía perderse era el de Sevilla y no se perdió. Por tanto, más a mi favor. El Barça sigue siendo absolutame­nte favorito.

Partiendo de que la Liga está casi ganada y que en la Copa el equipo está en la final del 21 de abril, ahora hay que centrarse mucho en Europa. A mi me gusta más jugar la vuelta en casa, pero hay que adaptarse al sorteo que ha tocado. Si hay prórroga y juegas la vuelta en casa, es con tu afición. Ahora hay que ir a ganar en el Camp Nou y a marcar goles vigilando atrás porque si ellos te meten alguno es una losa pensando en la vuelta. Puede haber dudas sobre qué hacer en función de cómo vaya el partido y al Barça eso no le va bien, porque siempre sale a atacar.

Otro tema: la influencia de Messi. Para que no haya Messidepen­dencia, Messi se tiene que retirar. ¡Bendita Messidepen­dencia! El compañero se siente más tranquilo con él en el campo y eso puede influir en el juego. Siempre ha pasado en mayor o menor medida con los cracks. Si estás acostumbra­do a jugar con ellos, cuando no están faltan automatism­os para suplirles, falta el hábito de no tenerlos al lado para resolver.

No hay que darle vueltas a lo de tener a Messi. Hay que estar concentrad­o en sacarle el máximo rendimient­o, cuidarlo para que no tenga tanto desgaste y rodearlo de buenos jugadores. Lo de su marcha lo veo lejano y no hay que pensar en negativo y en cuando no esté, sino que ahora es un plus tenerlo. Cuando el rival lo ve se echa atrás, deja de creer tanto en sus posibilida­des.

El mal partido de Sevilla se debió a algo extraño: que el Barça nunca dominó la situación, era un

Es normal sufrir algo si no juega Messi; lo malo sin él fue no tener el control del juego

correcalle­s continuo y eso perjudicó a los de Valverde. Con la gente que había en la media el equipo era para tener más la pelota, para frenar más el ritmo del encuentro. Como hicieron en el campo del Chelsea, cuando frenaron en la primera parte y aceleraron en la segunda, cuando lo necesitaro­n. Además, el Sevilla tuvo mucho campo para correr. Cuando haces la presión muy alta, todo el mundo tiene que hacerla y morder al pasador rival. Pero si la presión no es buena el pasador ya tiene tiempo para pensar. Quizás el cansancio de las seleccione­s también afectó lo suyo. Suerte que hay no hay más parones hasta el Mundial

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FOTO: GETTY Leo Messi es el gran referente del Barça en la construcci­ón y en el ataque y sus ausencias se notan, como es natural
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