Cuadrado creció como Leo
El colombiano vio con 4 años como asesinaban a su padre a balazos y le inyectaron hormonas de crecimiento
Tres meses sin jugar después de superar una operación de pubis y a los quince minutos de reaparecer marcó el golazo de cabeza que deshacía el empate contra el AC Milan y que mantiene a la Juve líder en la lucha por el scudetto. No está aún al 100%, tiene asumido que debe entrar desde el banquillo, pero el Real Madrid le motiva porque no cree “que sea mejor que la Juventus, somos iguales”.
Con esta determinación, Cuadrado mira el partido de Champions que comenta con sus amigos. El mejor, Yerry Mina. No es sólo su amigo, es su “hermanito”, con el que baila en la selección y al que visita en Barcelona.
Cuadrado se trató sus problemas de pubis antes de la operación con el doctor Cugat en la Ciudad Condal y nada más aterrizar Yerry Mina en Barcelona estaba ahí con Cuadrado para pasar con su amigo unos días. El fútbol y su Fundación, así distribuye su tiempo el volante de la Juventus.
Las últimas semanas está recaudando fondos la Fundación Juan Guillermo Cuadrado para comprar material médico y enviarlo a Venezuela pero su base son las escuelas de fútbol, teatro y liderazgo que tiene en Necoclí, su ciudad natal. Y es que se siente Cuadrado un privilegiado y quiere ayudar a que ningún niño de su ciudad sufra lo que vivió él.
La situación ha cambiado en Colombia, pero cuando nació el futbolista de la Juventus las guerras entre paramilitares y narcotraficantes marcaban el día a día. Le enseñaron desde bien pequeño que si oía disparos corriera debajo de la cama. Pero con apenas cuatro años, uno de esos días que cesaron los disparos salió a la calle y se encontró a su padre, conductor de autobús de bebidas gaseosas, balea- do, muerto en la calle, víctima inocente de ese clima bélico.
Su madre Marcela Betto se hizo cargo de la economía familiar trabajando todo el día para que a Juan Guillermo pudiera vivir su sueño de ser futbolista. Con 13 años, Cuadrado medía 1,35 centímetros, tenía la misma enfermedad que Lionel Messi y necesitó inyectarse hormonas del crecimiento como el argentino. Hasta cinco clubes de Argentina, entre otros River Plate, le rechazaron por bajito, pero él siguió luchando hasta convertirse en lo que es hoy. A su madre le prometió no sólo que no volvería a trabajar, además que destinaría parte de su tiempo para ayudar a los que no tienen tanta suerte como él.
Pogba le acompañó en uno de sus partidos en Colombia para recaudar fondos. Baila salsa choke
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VUELTA A LO GRANDE
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