García luce chaqueta en su vuelta a Augusta
Se cambió en el vestuario de los campeones y jugó 9 hoyos con su padre
Volver al Augusta National como ‘defending champion’ tiene su qué. Nada más pisar el club el domingo el campeón en curso se cambia en el vestuario reservado a los campeones del Masters, ya con taquilla propia y la chaqueta verde colgada y perfectamente planchada; atiende como tal al Drive, Chip & Putt Finals, el torneo aperitivo con los más jóvenes, y el martes previo al Masters es el anfitrión en la Cena de Campeones en el club teniendo el honor de elegir el menú. Antes, rueda de prensa oficial en el espectacular nuevo centro de prensa. Todo eso, y algo más, ha vivido y vivirá esta semana Sergio García en su regreso como campeón del Masters 2017 al club de golf más exclusivo del mundo, sede desde 1934 del primer Grand Slam en el calendario.
El miércoles previo al Masters del año pasado, Txema Olazábal le mandó un mensaje a Sergio: “no comparto mi taquilla de Augusta con nadie y no me importaría hacerlo contigo”. El mensaje no era una muestra de cortesía de un compatriota y amigo antes de empezar el torneo. Fue premonitorio. Olazábal estaba convencido desde el martes de que Sergio iba a ganar el Masters. Aquel mensaje enviado un 5 de abril de 2017 se ha hecho realidad esta semana. Olazábal y Sergio tienen su armario juntos en el vestuario de campeones del Augusta National. Así lo desveló el Masters desde su cuenta oficial de Twitter.
Sergio volvió a pisar los hoyos del Augusta National 357 días después del inolvidable domingo 9 de abril de 2017. La situación fue distinta a la vivida con emoción, nervios y pasión en el green del 18 tras embocar el putt que derrotaba a Justin Rose para ser el tercer español de la historia en enfundarse la chaqueta verde. Su primer Grand Slam tras 74 tentativas. Sergio jugó el domingo 9 hoyos con su padre, Víctor García. Un reconocimiento a quien le ha acompañado durante toda su vida. Seguro recordaron los 20 años de Masters que llevan juntos, los buenos y malos momentos, las miserias y la ansiada gloria de hace un año.
La primera vuelta de Sergio como campeón del Masters no podía tener una mejor compañía que la persona que lo formó como jugador y también como persona desde que era un crío y le pusieron un palo de golf entre las manos en el C.C. del Mediterráneo, en Borriol (Castellón). 9 hoyos para dar el banderazo de salida a una semana muy especial