El Bar a debería reflexionar
El Barça se encuentra ante una encrucijada sobre la que debería reflexionar y tomar decisiones. Su idea de club que no sólo practica el fútbol, origen de su fundación hace más de un siglo en 1899, atraviesa un momento histórico delicado. Como claros ejemplos, dos de sus secciones, la de baloncesto y la de balonmano, dos deportes donde los culés han obtenido a lo largo de los últimos años grandes resultados y títulos. Con tantos frentes abiertos en sus áreas de fútbol (primer equipo, Barça B, La Masia, el Barça femenino, el de fútbol sala)… ¿debe replantearse su futuro en esas otras secciones?
LA CRISIS DEL BALONCESTO
El deporte está cambiando a una velocidad que obliga a adaptarse a las nuevas exigencias con presupuestos a veces fuera de la realidad económica de un club de socios. El baloncesto europeo ha decidido que lo importante es la Euroliga y que las competiciones nacionales ya no tienen tanta trascendencia. El torneo del continente europeo es ahora lo fundamental. Fíjense que en la fase de clasificación se disputa una Liga con 16 equipos que juegan nada menos que 30 partidos, para que después, si un equipo queda entre los 8 mejores, se enfrente a unos cuartos de final previos a la gran fiesta de la Final Four.
¿Saben dónde se encuentra el Barça de basket a día de hoy a falta de una jornada para acabar la fase de clasificación? Pues en la posición 15. El penúltimo. Ha ganado 10 encuentros y ha perdido nada menos que 19. ¡Muy mal! Lejos del líder, el CSKA de Moscú, el Fenerbahçe de Estambul o el Olympiacos. No parece que sea fácil recuperar el prestigio perdido sin volver a invertir varios millones de euros. En el pasado el rival era el Real Madrid, clasificado para los cuartos de la Euroliga junto al Baskonia. Ahora son los rusos, los turcos y los griegos los que dedican al basket presupuestos millonarios.
EL BALONMANO, LEJOS DE EUROPA
El equipo de balonmano también sufre las consecuencias del vigor de los clubs europeos. La Liga española no tiene el menor interés y el Barça la gana cada año sin apenas despeinarse. Hace unos días, a falta nada menos que de seis jornadas, ya había logrado un nuevo título. Pero como en el baloncesto, lo trascendente se disputa en Europa, y aquí el Barça no ha llegado a los cuartos de final. Da la sensación de que se aleja un poco de los equipos franceses (tres en cuartos con el Montpellier, el Nantes y el PSG) o alemanes (con el Flensburg y el Kiel en la fase decisiva). Es un equipo que siempre da la cara y es de agradecer, pero nos tememos que necesitará otra fuerte inversión para competir con garantías de volver a soñar con estar en otra Final Four.
Por eso deberían ser semanas de reflexión en el Barça. Cuando se escribe sobre el posible fichaje de Griezmann con alrededor de 100 millones de euros, o una costosa renovación de un titular indiscutible como
Umtiti, uno piensa que todo en la vida no es posible y que debe haber prioridades deportivas. Es muy digno luchar en Europa en fútbol, en basket y en balonmano. Tal vez el PSG del estado de Qatar tenga dinero infinito para hacerlo. ¿Puede hacerlo el Barça, que es de sus socios y que esperamos lo sea siempre?
Los resultados europeos del baloncesto y balonmano blaugranas merecen un análisis