Sin Iniesta, ni Buffon...”¡no me jodas!”
Turpin en Roma no pitó el penalti de Michael Oliver pero dejó que cosieran a faltas a un Andrés que merecía más
onocí a Gigi Buffon cuando era portero del Parma, en 1999. El FC Barcelona seguía a dos porteros italianos, Buffon y Francesco Toldo, y quise conocer al guardameta de Carrara que me habían asegurado llegaría ser uno de los grandes. Una pizzería en el Naviglio en Milan y uno de esos almuerzos que dan para conocer a la persona más allá de intuir que sería un grande en los terrenos de juego. Porque para llegar a los 40 años siendo portero de la Juventus y la selección italiana, después de ganarlo todo, y mantener esa humildad tienes que tener algo muy especial. Gigi culpó a Pierluigi Collina, designador arbitral de la UEFA, por haber escogido a Michael Oliver para arbitrar un Real Madrid-Juventus en el Bernabéu. No tiene experiencia el inglés, un árbitro de nivel no pita en la vida ese penalti en el 93. En la vida. ¿Qué habría dicho Cristiano si lo señala en el área blanca?
Buffon envió al árbitro a la grada para ver los partidos con la familia comiendo patatas fritas, que es lo que seguramente hará en Kiev, ver el partido cómodamente sentado, invitado por Collina -nada cercano históricamente a los juventinos- y disfrutando cuando Cristiano Ronaldo se saca la camiseta para enseñar su cuerpo de portada de revista atlética.
Buffon es tan maravilloso que se abrazó a Sergio Ramos cuando el capitán blanco se acercó para consolarlo. Se había llevado el portero juventino la ovación del Bernabéu porque hay pocos caballeros en el mundo del fútbol que merezcan esas ovaciones. Otro es Andrés Iniesta, al que el Bernabéu también ha aplaudido porque siempre soñaron con verle vestido de blanco, hasta un candidato a la presidencia del Real Madrid prometió que besaría el escudo. Pero no, Iniesta acaba su carrera donde la empezó tatos años atrás que duele recordarlo porque se acerca el final.
Nadie ha hablado de Clement Turpin, el árbitro francés del Roma-FC Barcelona. No pitó un penalti en el 93 que entrará en la historia, pero este francés sabía Collina que dejaría jugar. “Sigan, sigan...”. No importa si las tres primeras faltas a Iniesta duelen hasta en el alma, no importa si Andrés se rompe con cada una de esas faltas duras, durísimas. Porque Iniesta expresa arte en los terrenos de juego, no es un futbolista de contacto, de brega, su cuerpo no se lo permite. Turpin dejó que lo empequeñecieran a golpes, sí, futbol viril me van a decir, de contacto, de ese que si aplicas el ‘sigan, sigan’ acaba dejándote sin la magia de un grande.
El “Rafa, no me jodas” de Díaz Vega al linier Rafa Guerrero me sirve para ahora. “!No me jodas, árbitro!”. El fútbol no se merece que Iniesta y Buffon dejen el fútbol con los ojos vidriosos entre rabia y frustración. Gigi envió al inglés directamente”a cagar” cuando le expulsó. Ahí estarán los dos, Oliver y Turpin, en Kiev, comiendo patatas fritas en la grada