Priorizar Champions
TODOS SOMOS CULPABLES de la desmesura y ese exceso, también, es el que hace grande al fútbol, un juego de pasión y de emociones. Si los terrenos de juego fueran quirófanos asépticos este deporte no movería lo que mueve, que es mucho. Otra cuestión es el respeto. Es posible y necesario tenerlo en medio de un clima emocional o pasional. Es tan lícito ver penalti en la acción de Benatia en el Bernabéu como no verlo. Todas las opiniones son válidas si son respetuosas, pero es evidente que el mundo del fútbol invita a la desmesura y mientras se entienda en ese universo particular y se sepa filtrar no ha de ser negativa. LA DERROTA DEL FC BARCELONA en Roma da la sensación de que haya sido un golpe mortal, cuando ha sido un partido muy importante perdido. En Champions, sí. Después de ganar por 4-1, sí. Sin ofrecer una imagen convincente, sí. Pero es el primer partido transcendente que pierde este equipo después de la Supercopa ante el Madrid. ¡Hombre! No se acaba el mundo. El mismo equipo es el que puede superar hoy otro récord de la Liga y se ha clasificado para la final de Copa. Hay que exigirle más en la Champions, es cierto, pero no romper las cartas.
EL BARÇA DEBERÍA EMPEZAR a priorizar la Copa de Europa en su calendario. Primero Champions, luego Liga y luego Copa. Esa prioridad debe empezar desde arriba, estableciendo un sistema de primas que prioriza la competición internacional. También en las decisiones del entrenador y en las rotaciones se debe poner en primer lugar la Champions y los futbolistas han de estar en el máximo nivel de concentración todos los minutos de todos los partidos europeos. Ese debe ser el objetivo de la próxima temporada. En esta hay que mirar de acabar la Liga sin perder un solo encuentro y ganar la final de Copa. Con un doblete es indudable que la temporada es buena. Pero este club siempre persigue la excelencia. Para ello necesita poder trabajar con más tranquilidad en todo tipo de entornos y el vestuario dejar de ser una burbuja alejada de los medios y la gente y con más poder que el propio club