El País Vasco, terreno inexpugnable
Los de Machín perdieron con contundencia en sus visitas a San Mamés (2-0), Ipurúa (4-1) y Anoeta (5-0)
Jugar fuera de casa siempre se ha relacionado con tener más dificultad para poder sumar puntos y aunque el Girona, de la mano de Pablo Machín, siempre ha presentado buenos números lejos de Montilivi, el País Vasco se le está atragantando a lo largo de esta temporada.
El partido en Vitoria frente al Alavés será el cuarto que juegue esta temporada el Girona en tierras vascas, de donde ha salido goleado en los tres encuentros que ha disputado hasta día de hoy.
El primero de ellos fue cuando apenas comenzaba la competición, en el Nuevo San Mamés, donde los de Pablo Machín cayeron por 2-0 sin tener apenas opciones de acercarse a la portería rival, en la que fue la primera derrota de la historia del Girona en la máxima categoría del fútbol español.
La derrota frente al Athletic ha sido, con toda probabilidad, la menos dolorosa de las tres que ha habido. No fue hasta la jornada 17 cuando el calendario quiso que los gerundenses volviesen a pisar tierras del norte, en la última fecha antes del parón navideño. Sin ninguna posibilidad de puntuar desde el primer minuto, y cuajando casi con toda probabilidad uno de los peores partidos de toda la tem- porada, hasta la fecha, el Girona cayó en Eibar por 4-1, en una visita donde lo único positivo fue el gol de libre directo de David Timor.
Hasta hace apenas dos sema- nas, los rojiblancos no habían vuelto a visitar el País Vasco y lo hicieron con la necesidad de ga- nar, o como mínimo puntuar, para seguir con sus aspiraciones de alcanzar puestos europeos intactas. Sin embargo, el Girona cuajó en Anoeta el peor partido del año. No solo por el resultado, 5-0, sino por la sensación de fragilidad que dejó frente a la Real Sociedad, en un encuentro que estaba visto pa- ra sentencia antes de la media ho- ra de juego.
El jueves en Vitoria frente al Alavés, Machín y sus jugadores tendrán la oportunidad de romper esta estadística, justo en un mo- mento donde el equipo lo necesita más que nunca para alargar un poco más su lucha por Europa