Los jugadores son así
El Barça lleva casi diez años más pendiente de los futbolistas que del equipo. Ahora esos mismos futbolistas lamentan no tener más equipo
Cuando uno, dirigiéndose a personas de máxima responsabilidad en este ámbito, preguntaba sobre por qué el Barça dejó escapar a futbolistas como Ozil, Verratti, Modric, Kross, Asensio, Isco y alguna figura más, la respuesta siempre ha sido la misma. Y lo sigue siendo. El Barcelona, equivocadamente, entendía que no podía traer ni estos ni a otros futbolistas de máximo nivel porque Xavi, Busquets, Iniesta y compañía, campeones de todo con Leo Messi al frente, merecían la confianza de sentirse indiscutibles.
Y así, durante años y bajo el cobijo de un aluvión de títulos ganados siempre por los mismos protagonistas, dirigencia y técnicos se han preocupado más del Barça de hoy (que es el de ayer) que del Barça de mañana (que sigue siendo en esencia el de hoy). La obsesión ha sido hacer más, mucho más, por los futbolistas que por el equipo.
Por eso, acaso creyendo que los equipos, además de serlo en la historia, son eternos en el campo, en vez de fichar titulares que hoy son referentes en otros clubes y que estuvieron a las puertas del Camp Nou deseando traspasarlas, el Barcelona ha comprado suplentes. Suplentes, mucho de ellos, a precio de titulares porque cuando el Barça va al mercado, sube el pan. Sí, ese. El pan que es para hoy y hambre para mañana.
En este contexto casi congénito, leemos ayer que tras la estrepitosa (clamorosa dirían los italianos) derrota ante la Roma, los jugadores más significativos del Barça han llegado a tres conclusiones esenciales. Una: poca aportación de los suplentes que obliga a un sobreesfuerzo a los titulares. Dos: falta calidad. Tres: como consecuencia de las dos anteriores, un equipo con tanta ambición y semejante calendario necesita más cracks.
El triple reproche (y puede que tengan tri-razón) refleja lo expuesto al inicio. Las vacas sagradas, los que han ganado todo, echan en falta una plantilla más competente. Justo lo que no echaban en falta cuando estaban todos (más algunos de los que ya se han ido) y entre ellos solos se las apañaban para ganarlo todo. Y es que los futbolistas han sido siempre así. Toda la vida. El club, los medios, la afición, los sponsors... les tratan, les tratamos, como consentidos y cuando con el tiempo ellos de dan cuenta del mal que hace tanto privilegio, se revuelven, precisamente, por haberles consentido