Las 5 diferencias entre la final de Copa y Roma
Los aficionados se preguntan cómo pudo cambiar tanto el equipo en once días
Una de las preguntas que planeaba sobre la mente de los seguidores del FC Barcelona al ver el recital de su equipo en la final y la forma de la que arrolló al Sevilla fue “¿Por qué no jugaron así en Roma?”. Son varias las claves que ponen de manifiesto la diferencia entre un partido y el otro. Mientras en Roma los culés fueron superados claramente por un rival que les pasó por encima, en Madrid fue el Barça el que no dejó respirar al Sevilla.
Antes de entrar en el análisis, cabe precisar que entre los onces iniciales presentados por Ernesto Valverde en los dos encuentros solo hay dos diferencias. Con Roberto, Piqué, Umtiti, Alba, Sergio, Rakitic, Iniesta, Messi y Suárez como fijos, en Roma jugaron Ter Stegen y Semedo mientras que ante el Sevilla lo hicieron Cillessen y Coutinho (este último no podía jugar la Champions con el Barça).
1. INTENSIDAD
Para gobernar un partido es esencial la intensidad de los futbolistas. El talento debe ir acompañado de esta intensidad que hace ganar los balones divididos, que hace estar bien colocado y que permite partir con situaciones beneficiosas ante las jugadas que se plantean. Los pases no se esperan, se van a buscar. Cuando uno se desprende del balón sigue conectado a la jugada buscando poder ayudar a los compañeros. Levantar la mirada y tener jugadores de tu mismo equipo cerca con quienes asociarse va muy relacionado con la intensidad de cada uno de ellos. Y precisamente todo lo expuesto se produjo ante el Sevilla y no contra la Roma. En la final de Copa, el Barça sí vivió en campo contrario.
2. ACTITUD
Desde el pitido inicial las caras de los jugadores transmitían ambición y ganas y esto se vio reflejado en las acciones. Una de las estadísticas que refleja que la actitud fue positiva y la voluntad de ser superiores planeaba sobre las mentes de los jugadores del FC Barcelona son los disparos a puerta. Mientras que en Roma se tiró al arco en nueve ocasiones, ante el Sevilla dispararon 17 veces. En el plano de los regates contra la Roma los jugadores del Barça lo intentaron en 6 ocasiones por 16 en la final de Copa.
3. PRESIÓN
En Roma, el Barça no puso problemas a los locales para tener la posesión del balón y salir construyendo desde abajo. La Roma superaba líneas culés con una facilidad abismal gracias a la ausencia de presión de los jugadores azulgrana. Las líneas azulgrana en la final de Copa estaban avanzadas y no dejaban respirar el Sevilla cuando este tenía el esférico y esta circunstancia forzó muchas pérdidas de balón de los locales en la zona de su propio campo, con sus consiguientes acciones de peligro para los de Valverde.
4. COUTINHO POR SEMEDO
La participación de Coutinho en la final de Copa fue de las más destacadas del equipo. Partiendo desde la derecha, ‘Cou’ brindó buena muestra de su calidad guiando al equipo con acciones técnicas al mismo tiempo que rompía líneas del rival con su desborde o con sus pases y dio el 10 a Luis Suárez. Una figura que el FC Barcelona echó de menos en Roma ya que los italianos no se tuvieron que preocupar más que de cubrir la calidad de Messi. El planteamiento en la Champions fue más conservador: Sergi Roberto jugó de interior derecho con Semedo por detrás para frenar la banda izquierda de la Roma con Kolarov llegando desde atrás. En el Wanda, fue el Barça quien quiso atacar y no esperar con Coutinho delante y Sergi Roberto detrás.
5. CONCENTRACIÓN: EL PASE DE CILLESSEN
El primer gol azulgrana en la final de Copa es una muestra evidente de concentración, en este caso reflejada en la figura de Jasper Cillessen. El meta holandés mostró estar absolutamente metido en el partido como también sus compañeros al lanzar un pase largo al desmarque de Coutinho para que este condujera y asistiera a Suárez para abrir el marcador. Fue una de las claves y pudiendo asistir a uno de los defensas más cercanos, Cillessen optó por la decisión más próxima a la idea de crear peligro al rival.