Porqu somos el Madrid
EL RACANEO DEL REAL MADRID en la Liga contrasta con la exigencia en el Barça donde, ante la inminencia del doblete, aún se están pidiendo cuentas por el resbalón romano. Con la mejor plantilla de Europa, al Madrid nadie le pedirá explicaciones por no controlar el juego en Múnich, ni por exponer a Keylor en 17 remates. El Madrid escenificó en el cambio de Lucas Vázquez al lateral por el lesionado Carvajal la capacidad de resistir, nunca el pánico, porque sus jugadores tienen interiorizado que la Champions no se juega, se gana.
EL BARÇA, SALVO SORPRESA, logrará el domingo un formidable doblete con el que firmará si no una matrícula de Honor por lo de Roma, un sobresaliente. El octavo doblete tiene el valor histórico del invicto y el de ser hegemónico. Una tiránica supremacía de un Barça que con 7 Ligas y 6 Copas en 10 años ha mantenido un espíritu competitivo sin igual. Al barcelonismo, que agradecerá en la calle este esfuerzo sostenido de Valverde y sus ídolos, no debe pasarle desapercibido que el Madrid ha prescindido de su realidad cotidiana para instalarse en un escenario de conveniencia. Porque con la hoja de servicios en Liga y Copa (6 en 20 años y 3 en 26 años) no le ha quedado otra opción que prescindir del patriotismo futbolero.
AUNQUE EL BARÇA HAYA GANADO en las tres últimas visitas ligueras al Bernabéu los altavoces afines eluden la crítica y todo queda al albur de lo que ocurra en Europa. Somos el Real Madrid, se brama para explicar la agonía de Múnich y las fallidas arremetidas de Ribéry. Es irónico que tras Scarface, el mejor jugador del Bayern fuera James en un club que no ha hecho todavía la revolución generacional. El doblete es la madre de todas las batallas pero el Barça en Europa no ha estado a la altura de su historia, presupuesto y dimensión