Homenajes a la francesa
El árbitro se unió al adiós de Wenger, ‘Grizi’ se cobró ‘venganza’
Partido cargado en lo emocional el que disputaron el Arsenal y el Atlético. Más allá de lo que había en juego, el partido de ayer no era uno más ni para ‘gunners’ ni para colchoneros. El bello estadio londinense mutó en un colorido mosaico para despedir a una leyenda del club como Arsene Wenger. No era el último partido en el que el entrenador galo iba a dirigir al equipo inglés pero sí que era el epilogo europeo en casa.
Adiós a la etapa más longeva en vigor del fútbol europeo. Más de
22 años en el cargo. Algo insólito en los tiempos de urgencias y de materialismo que vivimos. Con 17 títulos en su haber, el único casillero en blanco es el de trofeos continentales, quizás el único reconocimiento que le faltó a un Arsenal 100% invención del alsaciano. Su etapa en el cuadro ‘artillero’ puede quedar algo desenfocada por estos últimos años en los que los multimillonarios de medio mundo distorsionaron a fuerza de libras la competición doméstica.
Pero cuando sólo se trataba de talento, de capacidad para ver lo que otros no podían, Wenger fue el maestro. Vieira, Overmars, Petit, Kanu, Pires, Bergkamp, Henry, Walcott, Van Persie, Campbell, Arshavin, Nasri, Fábregas... la lista de jugadores que reclutó el galo y que se convirtieron en estrellas de rojiblanco es innumerable.
Lo que quizás no esperase Arsene Wenger era que iba a recibir un homenaje de otro compatriota... el árbitro del partido, el francés Clement Turpin, que se convirtió en el protagonista de la noche con la expulsión de Vrsaljko en nueve minutos, y la de Simeone poco después por protestar. El compatriota del técnico del Arsenal hizo recordar a los aficionados más veteranos la figura de Michel Vautrot, aquel colegiado de los 80 contra el que cargó el expresidente del Atlético Jesús Gil por su arbitraje ante la Fiorentina en una eliminatoria europea. Sus insultos homófobos le costaron entonces una dura sanción de la UEFA al mandatario. Pintaba bien la noche para el entrenador del equipo inglés pero no contaba con otro compatriota, Antoine Griezmann. El delantero del Atlético se cobró su particular revancha ante el preparador. Una vieja historia que se retrotrae unos años cuando Wenger le ‘dejó tirado’ cuando todo indicaba que le iba a firmar para el Arsenal. “Esperé, esperé y seguí esperando y no había noticias del Arsenal (...) Otro año lo volvieron a intentar y le dije a Eric ‘olvídalo, después del golpe que nos dieron...’”