“¡Rafel, tenemos un problema!”
Toni Nadal quedó prendado la primera vez que vio a Djokovic: “Hay un tío muy bueno”
La rivalidad entre Rafa Nadal y Roger Federer es y será legendaria, pero seguramente todos al 100% el rival más complicado para el tenista balear ha sido Novak Djokovic, que domina sus duelos directos por 26-24. Esa impresión ya la intuyó Toni Nadal la primera vez que vio en acción al serbio: es una jugosa anécdota que explicó el técnico tras ser homenajeado el miércoles por el torneo y el RCTB.
“Estábamos en Wimbledon y vi a Mónaco contra otro jugador. No sabía quién era y pregunté por él. Era Novak Djokovic y entonces tenía 18 años. Le vi cinco minutos y me fui directo al vestuario: ‘¡Rafel, tenemos un problema! Acabo de ver a un tío muy bueno’, le dije a mi sobrino. No sé si eso lo he visto con Zverev, Chung o Kyrgios”, confiesa Toni Nadal.
Era el año 2005 y aquel era el primer partido de Djokovic en la ‘catedral’ del tenis: lo ganó en tres sets (6-3, 7-6, 6-3). Ese olfato para detectar a primera vista la calidad de aquel chaval fue un anticipo del vendaval que se avecinaba, pues ‘Nole’ subió como la espuma hasta el nº 1 y suma 12 Grand Slams entre Australia (6), Wimbledon (3), Open USA (2) y Roland Garros (1).
Toni pasó revista a su vida como tío y entrenador de Nadal, a partir de esta temporada dirigido por Carlos Moyà y Francis Roig. “Si él me lo pidiese, si me necesitase, claro que volvería con él. Yo me fui porque mi aportación ya era poca. No hacía falta que viajara y haría un trabajo más productivo en la Academia de Manacor”, afirma el técnico.
“Hacer lo mismo que con Rafa no lo haría, me ha pasado el tiempo, pero sí trabajaría unas sema- nas si me lo pidiese algún jugador que tuviese una idea de juego y comportamiento parecida a la mía”, contesta Toni Nadal.
“La ilusión de mi vida era ver triunfar a Rafa. Desde que tenía siete años, yo ya pensaba que tenía que ser muy bueno, pero nunca habría imaginado que ganaría tanto. Para mí Borg era un extraterrestre, le había visto ganar seis veces en París, así que para nada pensaba que mi sobrino ganaría 10. Estoy muy satisfecho de cómo le ha ido. He tenido mucha suerte porque he entrenado a un jugador muy bueno que me ha hecho sentir muy buen entrenador y he vivido experiencias increíbles”, dice.
Ilusión y realidad
“De niño, Rafa era muy inocente y le hacía creer cualquier barbaridad. Yo le creé la necesidad de mejorar y le hacía creer que lo conseguiríamos. Siempre trabajo con una idea, con una gran ilusión que no me impide ver la realidad, pero tampoco esta realidad me impide tener ilusión”, apunta Toni.
“Rafa está dentro de los mejores de la historia. ¿En qué número? No lo puedo decir porque hay que mirar distintos baremos. A un jugador se le mira con la distancia que marca con sus perseguidores. Ahora le veo muy bien”, zanja
“La ilusión de mi vida era ver triunfar a Rafa y estoy muy satisfecho de cómo le ha ido”
“Para mí Borg era un extraterrestre y para nada pensaba que mi sobrino ganaría tanto”