La Masia, hoy y siempre
El pasado lunes, La Masia disfrutó de uno de los mejores días de su historia, conquistando por segunda vez el título más importante en las categorías inferiores, la UEFA Youth League, tras una exhibición en la final ante el Chelsea (3-0). Y los aficionados, en las redes sociales, lo celebraron a lo grande.
Hace cuatro años, el Barça, un referente mundial en el trabajo de cantera, ya conquistó el primer título continental con otro partidazo e idéntico resultado ante el Benfica. De aquel equipo, solo un futbolista alcanzó el Camp Nou, Munir ,ypesea que su debut fue estratosférico y su actuación en la Copa del Rey en su segunda temporada, notable, ni la grada ni la dirección deportiva terminaron de confiar en él y el club acabó sacrificando tanto al hispano-marroquí como a Sandro para desembolsar 30 millones en Paco Alcácer.
La Masia no se reivindica en las grandes victorias, sino en el día a día. Los técnicos, concediendo más oportunidades a los jóvenes talentos que acaparan las selecciones españolas inferiores y que en los últimos meses están abandonando la entidad porque el Camp Nou lo ven cada vez más lejos. Y los aficionados, aceptando los errores de los ‘Munir’ de turno, chicos de 18-19-20 años que debutan como profesionales en el equipo más exigente del planeta, como aceptan los cometidos por futbolistas internacionales y consagrados como André Gomes o Dembélé.
El primer paso, no obstante, debe darlo el club. Y pasa por cambiar la filosofía del Barça B, hipotecado por condicionarlo todo al ascenso a Segunda A, la pasada temporada, y a la permanencia en la actual. El filial ha priorizado el resultadismo y ha antepuesto el físico y la experiencia a la calidad y la juventud. Y con solo una tercera parte, no el 64% como aseguró Bakero, de canteranos formados en La Masia. “El fútbol se juega por abajo”, aseguró
Riqui Puig, prototipo del ADN Barça como en su día lo fue Iniesta, tras brillar ante el poderoso Chelsea. Esperemos que le hagan caso
Es incompatible celebrar la Youth League y después criticar a Munir, campeón en 2014