Más que el héroe de Stamford Bridge
Del Jan Breydel Stadion de Brujas al Wanda Metropolitano han pasado 669 partidos y casi 16 años. Quedan cinco más en esta Liga para un imborrable hasta luego en la última jornada ante la Real Sociedad con todo el Camp Nou entregado. El templo con el que soñaba de crío viendo el Gol Nord y el campo de entrenamiento de La Masia en cada amanecer desde su ventana. Es por eso que otro gran día, además del mejor, su debut en Champions en Bélgica, y el liguero en Palma, fue el estreno en el Estadi la tarde del 5 de enero de 2003. El mejor regalo de Reyes de una vida sin una palabra más alta que otra nunca. Le dolió en el alma ser suplente en la final de Saint Denis ante el Arsenal pero luego, con 22 ‘tacos’, rescató al Barça para conquistar la Champions 14 años después de Wembley. Cayeron tres más, siempre con un papel protagonista si bien nunca como en 2009 con su ‘Iniestazo’ en Stamford Bridge. Sin su milagro en el 93’, ni triplete ni Seis Copas. Y fue en Roma, escenario de su última gran decepción como culé, donde maravilló jugando ‘roto’ la final de 2009. Como en Wembley en 2011 y en Berlín en 2015, cuando fue el MVP. Como en tantas otras tardes y noches de fútbol, muchas en el Bernabéu, donde marcó con la diestra y la zurda y ha ganado nueve veces. Allí, como en muchos estadios, le aplaudieron. En 2010 compartió el podio ‘made in Masia’ del Balón de Oro con Messi y Xavi que le tocaba pero dejará 32 títulos, 9 Ligas incluidas. Su legado futbolístico es eterno. Su último gol en la final de Copa, a pase de Leo , lo resume. No habrá otro igual