Malacostumbrados
Al final, llega un momento en que todo va tan bien en que parece normal ganar el doblete LigaCopa del Rey. El triplete con la Champions también lo espera la gente cada año cuando solo se ha ganado dos veces, y las dos el Barça. El resto de equipos de la Liga no ha logrado ninguno.
Y en cuanto a dobletes el Barça lleva ocho y el Madrid, el segundo clasificado en este particular ranking, lleva cuatro. Una buena diferencia. El Barça empezó muy ‘tocado’ la temporada por la derrota en la Supercopa de España. Pero se rehizo y de qué manera. Ganar la Liga y sin perder ni un partido en 34 jornadas y hacer el doblete tras una gran final de Copa es para estar no contentos, sino supercontentos.
Pero claro, todo el mundo quedó fastidiado por la eliminación en la Copa de Europa. Eso es evidente y pesa lo suyo. Pero tampoco hay que rasgarse las vestiduras de por vida. Lo triste del caso, como ya he dicho en alguna ocasión, es que si tienes un equipo muy bueno te puede pasar una cosa así. Pero con jugadores buenos, sin llegar a ser un gran conjunto, puedes ganar una Copa de Europa jugando bien tres o cuatro partidos y teniendo acierto de cara a gol. En cambio, para ganar una Liga de 38 jornadas y una Copa del Rey con varios cruces a ida y vuelta debes tener un bloque y un estilo de juego definido y asentado. Es el caso del FC Barcelona.
De hecho, esa es la evolución histórica del Barça. En mi época de jugador, casi nunca ganábamos la Liga. Yo gané solo una liga y cuatro copas. Nos costaba. Y la Copa de Europa no la ganábamos porque no la jugábamos, dado que antes sólo la disputaba el campeón de Liga. Éramos un equipo de competiciones cortas pero intensas y que casi siempre lo hacía bien en los duelos directos contra el Madrid. Pero a la larga, en competiciones de regularidad, no rendíamos al máximo. Siempre nos fallaba algo, nos quedábamos en puertas del triunfo.
El Barça, desde los años noventa, es más fiable y la gente se ha acostumbrado al caviar, se ha malacostumbrado. Y no es tan normal ganar tanto y ser tan regular. De este Barça de Valverde sólo puedes hablar mal un partido en esta temporada, dejando de lado la Supercopa porque se jugó bajo el impacto de lo que pasó con Neymar. Sólo se le puede echar en cara el partido de Roma, una actuación que nadie se la explica todavía y en la que todo salió mal. Pero si la gente recuerda, al Madrid casi le pasa lo mismo con la Juventus al día siguiente. Con un 0-3 de la ida, en la vuelta en el Bernabéu se vieron con otro 0-3 pero en contra. Lo arreglaron en el último minuto y con polémica, pero el susto fue morrocotudo y dejó una lección: un mal día en Champions deja fuera al más pintado.
Insisto, pasaron muchas cosas en Roma, hubo una confianza excesiva, parecía imposible caer eliminado... Y se cayó. Pero no puede ser que un partido eche por tierra una temporada. Cuando
Cae un doblete y a algunos les sabe a poco; Roma aún duele, pero ahora toca disfrutar
perdimos la Supercopa contra el Madrid nadie se hubiese imaginado que caería el doblete.
Lo que más me ha gustado el Barça de Valverde es que ha tenido muchas variaciones. Se ha sabido camuflar de muchas maneras diferentes. Ha jugado de diferentes maneras y ha funcionado. Parecía que solo podía jugarse de una sola manera e iba contra nuestros principios no hacerlo. Y no ha sido así. Ernesto ha sabido llevar muy bien el equipo, es buen tío y no se le puede recriminar nada. Eso sí, ya sabe que aquí, por un mal día, saltan todas las alarmas. Es la grandeza del Barça