Tras los títulos, los retos
Valverde en el Barça y Guardiola en el City motivan a sus plantillas con retos jamás alcanzados pero que sus equipos están en condiciones de superar
Mientras sus jugadores celebraban el título en el centro del campo, Valverde saludaba uno a uno a los desconsolados futbolistas del Deportivo que enfilaban cabizbajos el descenso a los infiernos de Segunda. Ernesto, antes de festejar, supo ser sensible y respetuoso son el rival. Tampoco se le fue la mano en la sala de prensa. Con cuatro jornadas por delante (cosa que no sucedía desde 1998 con Louis van Gaal en el banquillo) se había decidido el Campeonato en Riazor, pero allí no se terminaba nada. Al contrario, en ese mismo escenario el entrenador del Barça animó a buscar y superar nuevos e inmediatos retos que tuvieran motivado al equipo. El primero, acabar invictos de punta a cabo.
Su muy amigo Pep, campeón desde el 15 de abril, está cortado por el mismo patrón. Con el título de Liga atado y bien atado, Guardiola tampoco quiere que su plantilla baje los brazos y al igual que Valverde ha propuesto al grupo identificar retos inmediatos que les han verdaderamente eternos: “Si queremos ser el mejor equipo de la historia de la Premier, el domingo tenemos que ganar al Huddersfield sí o sí”. Efectivamente. El City, con 93 puntos, tendrá la primera de las tres oportunidades que le brinda el calendario para sumar otra victoria y convertirse en el equipo con mayor puntuación en la historia de la Premier, superado al Chelsea 2004-05 de Mourinho. Casi nada. Y es que casi todas las referencias batibles pertenecen al equipo de Roman Abramovich aunque con distintos entrenadores. El mejor registro de goles (el City de Pep ya acumula 102) aún es de Carlo Ancelotti (103) y el mayor número de victorias (30) lo tiene Antonio Conte. Es decir, exactamente las mismas que el nuevo campeón: 30 victorias, 3 empates y 2 derrotas.
Lo que quiere Valverde, ya que están puestos y ahora tranquilos porque pueden jugar sin ninguna presión, es acabar invictos de principio a fin. Merece la pena un esfuerzo más para dejar otra huella en la historia. Cuestión de no levantar el pie, de seguir compitiendo hasta el último día. Aunque, claro, en este aspecto una cuestión a considerar: la proximidad del Mundial. Rusia está muy cerca y los grandes jugadores del Barça puede que necesiten un respiro para llegar en las mejores condiciones físicas a la gran cita del año. Eso implicaría descansar, dosificar el esfuerzo, dar minutos a jugadores que han tenido poca presentencia. En fin, que podrían encontrarse argumentos para entender que una vez ganado todo lo que se puede ganar con el Barcelona, la temida relajación visitase el vestuario.
Ahora bien, por encima de todo, se trata de ganar el próximo. Por más que ya se haya conseguido el doblete, jugar y ganar al Madrid siempre es especial y el Madrid, naturalmente y como debe ser, tratará de romper el domingo, y en el Camp Nou, la racha blaugrana. Luego quedarán Villarreal, Levante y Real Sociedad en la despedida de Andrés Iniesta, que incluirá la entrega de la Copa de Campeón de Liga. Cuatro partidos en total, para otro reto. El doblete de Messi.
Leo Messi tiene muy encarrilado el Pichichi y marcha con ligera ventaja en la Bota de Oro. Un reto este imponente. De entrada porque si lo acaba ganando, revalidaría el éxito del año anterior y, segundo y más importante, porque si es otra vez el máximo goleador de Europa, se convertiría en el único futbolista con cinco Botas de Oro. Y eso sin ser un goleador