Auto pasillo
EL MADRID ESTUVO MAL al negarse a hacer el pasillo al Barça. Busquets ya dijo, no obstante, que cada club puede hacer lo que quiera. Sí, pero después no se puede vender el señorío como un valor. Los blancos, tras el Clásico tuvieron detalles en los que no acostumbran a caer. Butragueño casi nunca ha hablado de los árbitros. Lo hizo después del partido. Sergio Ramos siempre ha defendido que lo que pasa en el campo se queda ahí, pero le faltó tiempo para desvelar que Messi “presionó” al árbitro en el túnel. Está bien todo. Pero que después nadie venda milongas.
TAMPOCO ESTUVO BIEN el auto pasillo del Barça. No estaba previsto. Se lo sacó
Piqué de la manga y se equivocó en el enunciado. Lo normal es que los futbolistas le hagan el pasillo a los técnicos. Eso se podía pedir. Pero resultó muy sorprendente que un representante de los jugadores pidiera un pasillo a los técnicos para los propios jugadores. Cuando cogió el micrófono muchos pensaron que sería el momento en que todo el Barça se uniera para hacer un pasillo, muy merecido, a Iniesta. Habría sido un buen día. A falta de pasillo Real, hacer el emotivo, el respetuoso, el auténtico a un jugador emblemático. Pero tampoco.
PEDIR A LOS TÉCNICOS que hagan el pasillo a los jugadores, sin que salga de ellos, no es humilde. Y es indicativo. Hay gente que puede preguntarse quién manda ahí. ¿Se consultó con el club? ¿Se habló con el staff técnico? ¿Lo sabía
Valverde? La improvisación es buena, natural y creativa, siempre que afecte personalmente, no a un colectivo. El auto pasillo fue una respuesta tenue al no pasillo. Lo grave fue que el Madrid no lo hiciera. El Sevilla no se lo hizo por ganar el Mundialito y nadie se lo exigió, pero al Barça parece que no hay ganas de reconocerle nada. Que lo reconozca el propio Barça está bien, pero con un contenido que contente a todo el mundo