El Giro ha conquistado Israel
Satisfacción generalizada entre las autoridades israelíes, tanto que MD ha podido saber que les encantaría repetir en breve
Cuando a finales del pasado noviembre se presentó el recorrido del Giro de Italia de 2018 y se confirmó el secreto a voces de que la salida iba a realizarse desde Israel, donde se disputarían las tres primeras etapas, se alzaron voces de toda índole, la mayoría disconformes. No era fácil de asimilar que una gran vuelta empezará por primera vez fuera de Europa y más aún en un escenario como el de este Estado del Oriente Medio. Ahora, una vez el Giro ya rueda en Italia llega la hora de hacer balance, y lo cierto es que éste es muy satisfactorio, tanto que según ha podido saber MD Israel quiere volver a ser punto de partida de la Corsa Rosa, y a poder ser en breve.
Superada la controversia inicial –con tropiezos como el de la obligación al Giro de cambiar la denominación de Jerusalén Oeste de la crono inicial por la oficial que impulsan las autoridades hebreas, que califican la ciudad santa como Jerusalén–, la ‘Giromanía’ conquistó el corazón de los habitantes de Israel, que se lanzaron a la calle para seguir la carrera y animar a sus ídolos, quienes sintieron muy próximo el calor de la afición. Rohan Dennis, el líder de la prueba, destacó que “a veces en otros países los aficionados están callados, pero aquí la multitud es enorme”; Elia Viviani, ganador de dos etapas dijo que se quedaba con la imagen de los muchos aficionados que había en la carretera y Chris Froome –de quien se dice que cobró dos millones de los diez que recibió el Giro por salir de Israel– afirmó que el del Giro en Israel fue bueno para el ciclismo. La verdad es que, más allá de los molestos traslados, corredores y equipos han sido cuidados como reyes, rodeados de grandes medidas de seguridad.
Israel, virgen en la organización de grandes eventos deportivos, vio en el Giro una gran ocasión, un enorme escaparate en el que anunciar su cultura y su historia, pero también su pasión por el deporte. Según el Ministerio de Turismo, la ‘Big Start’ llegó a más de medio billón de personas, sobre todo a través de los cientos de millones de televidentes en 194 países que desde sus casas han seguido la carrera. De cara a un posible retorno del Giro puede que la última palabra la tenga Steven Adams, promotor canadiense-israelí amante del ciclismo y dueño tiene del equipo Israel Cycling Academy, quien ha ayudado económicamente a la organización para ver su sueño hecho realidad. De momento, ya lo han hecho presidente honorario de la ‘Big Start’