Bennett destrona al rey del sprint en el Giro
Victoria para el ciclista irlandés en una larga recta de dos kilómetros ante Elia Viviani, en la antesala de otra jornada clave de montaña
La séptima etapa del Giro de Italia, entre Pizzo y Praia a Mare, de 159 kilómetros cumplió el guión previsto y vio una nueva llegada al sprint en una larga recta , en la que el irlandés Sam Bennett (Bora) se benefició del pobre trabajo del Quick-Step entorno a su sprinter Elia Viviani para lograr la primera victoria en esta edición de la Corsa Rosa, después de ser tercero en las dos llegadas lanzadas en Israel. Como se esperaba, los favoritos no mostraron sus cartas y aprovecharon el día para coger fuerzas de cara a las dos jornadas exigentes del fin de semana, de montaña, con sendas llegadas en alto. Así, se hicieron a un lado y cedieron el protagonismo, lo que no impidió que se rodara muy rápido hasta la meta, escenario donde hace dos años se imponía Diego Ulissi por delante de Tom Dumoulin.
Antes de llegar a este punto crucial del día el pelotón mantuvo una velocidad de crucero que les permitió ir minando la diferencia que de inicio habían cogido los escapados, entre los que se encontraba el español Markel Irizar (Trek-Segafredo) y el que fuera campeón del mundo, Tony Martin (Katusha). Entre ellos se entendieron bien, pero nunca gozaron de una diferencia excesiva. Muchos eran los intereses que había en el pelotón para que el desenlace fuera al sprint, de ahí que los equipos con los hombres más veloces asumieran responsabilidades, relevando de vez en cuando al Mitchleton-Scott, a quien por primera vez se veía asumir el mando del grupo tras el liderato de Yates.
Neutralizados a 16 km de meta, se produjeron como suele suceder en estos casos varios intentos que nunca acaban en nada, ante la calma del Quick-Step. Sabían que la recta final tenía dos kilómetros y que era aquí donde se iba a decidir la etapa. Tras negociar las curvas previas sin problemas el pelotón la encaró muy enfilado, con un equipo belga que ya iba cogiendo posiciones y con un Elia Viviani cuya rueda era muy pretendida por sus rivales.
Llegada la hora de la verdad el tren del Quick-Step tomó posiciones, pero como ya ocurrió en Israel de forma desordenada. Sabatini se quitó del medio demasiado pronto y sus otros dos compañeros que te- nían que lanzar a Viviani se vieron encerrados, lo que obligó al hasta ahora rey del sprint a sacarse las castañas del fuego él solo; aunque en esta ocasión no contaba con el poderío de Bennet. Por un momento dio la sensación que como en las etapas de Israel Viviani se iba a beneficiar del trabajo de un rival tras cogerle la rueda en los últimos metros, pero Bennett ayer estaba en estado de gracia y a base de fuerza se impuso en la línea de meta, ante la resignación del italiano. Además, rompía la sequía irlandesa en el Giro, que duraba desde 1987, con la victoria de Stephen Roche.
Etapa rápida, que tuvo el desenlace esperado, a las puertas de un fin de semana que puede generar cambios en las posiciones de privilegio dada la dureza de las dos etapas de montaña