Yates se consagra en el Gran Sasso d’Italia
El británico es más líder del Giro tras ganar en la cima Pantani y sacar ventaja a sus rivales en una 9ª etapa en la que se hundieron Froome y Aru
Quien avisa no es traidor y Simon Yates ya dijo a la conclusión de la octava etapa que en la ascensión al duro Gran Sasso d’Italia iba a atacar, haciendo buena la dicha que la mejor defensa es un buen ataque. El británico, siempre bien colocado y bien secundado por sus compañeros del Mitchleton-Scott, atacó en los últimos compases del día, logrando la primera victoria en este Giro de Italia y consolidando su maglia rosa, por delante de Pinot y de su compañero Chaves. Por detrás, y con cara de derrotados, entraban Dumoulin (a 13”), Froome (a 1’07”) y Fabio Aru (a 1’12”).
Fue la novena del Giro una etapa apasionante, larga, dura, en la que de nuevo se formó una gran escapada, formada por 14 unidades, entre los que se encontraba Gianluca Brambilla. Llegaron a disfrutar los escapados de una ventaja de más de 8 minutos sobre un pelotón en el que en función de la altura de la jornada se iban alternando en la caza Astana, Sky o Mitchleton-Scott, sabedores de que la suerte de la carrera se encontraba en sus piernas.
Froome cae del top 10
Por delante los escapados trabajaban bien, pero a medida que la carrera entraba en su punto de ebullición la diferencia fue a menos. Pasaron con 8’27” de margen a falta de 47,4 km y en once kilómetros la diferencia ya era de 6’08. Viendo que su aventura llegaba a su fin, entre los escapados se producían los primeros escarceos, sobre todo en los últimos 20 kilómetros, cuando Astana, con un siempre espléndido Luis León Sánchez, lideró el grupo. Fue el momento en el que el joven Masnada buscó una gesta casi imposible de conseguir, como la ley del pelotón le iba a demostrar más adelante. Fue cazado a 2,8 kilómetros, instante en el que como ya había sucedido en otras jornadas lo intentaría Ciccone, con los favoritos tomando posiciones.
Tanto el Sky, como el Astana y el Mitchleton-Scott contaban con varias unidades. Se mascaba la tensión. El ritmo iba a más. Primero se quedaba Aru y poco después Froome, quien a través de la radio pidió que alguien bajara a echarle una mano. Lo hizo Henao, pero el británico hubiera necesitado una cuerda para llegar a rueda de los primeros en cruzar una línea de meta que permanece para siempre en el corazón de los aficionados al ciclismo tras la llegada de Marco Pantani por delante del Chava Jiménez en 1999.
De los gallos, a quién se veía más cómodo era a Yates, que se ponía a rueda de Dumoulin, más por controlar que por conservar; de ahí que cuando vio la oportunidad puso la directa para irse directo a por la victoria. Quiso Pozzo vivo de nuevo discutírsela, pero le faltó combustible. Al final, victoria para Sam Yates que le consolida al frente de la general, por delante de un Pinot que demostró una vez más su condición de escalador en la recta final y de un Chaves de nuevo sobresaliente.
Sam, en la pole de Roma
Golpe sobre la mesa de Sam Yates, a quien a estas alturas de la Corsa Rosa se ve más fresco y con mejores piernas que a los demás. Todavía queda mucha carrera, pero de lo que no hay duda es que el de Mitchleton-Scott ocupa la pole para el podio final de Roma. Hoy lunes, jornada de descanso