El Barça disfruta su 22ª Euroliga
Exhibición defensiva en la final ante el anfitrión Porto para firmar un año perfecto con el triplete Copa de Europa-Liga-Copa
Aitor Egurrola, 37 años y 20 en el club, levantó en el centro de la pista del Dragao Caixa en Oporto un título que significa mucho. El Barça Lassa conquistó su 22ª Copa de Europa tras una victoria brillante (4-2) ante el equipo de casa, el organizador de esta Final Four, un FC Porto que llegaba tras ocho finales perdidas, cinco de ellas ante el Barça. Tampoco pudo esta vez con un equipo que hizo muy bien su trabajo y construyó la victoria desde la defensa, como ha hecho durante casi toda una temporada para enmarcar, la primera desde 2007 en que se hace con el triplete máximo: campeón de Europa, campeón de la OK Liga y de la Copa del Rey.
El capitán Egurrola había jugado toda la final y la segunda parte de la semifinal ante el Reus Deportiu porque el otro meta titular –el Barça tiene dos titulares, sí–, Sergi Fernández, sufría unas molestias en el brazo derecho. Y estuvo perfecto en una final en la que el Barça impuso su balance defensivo y la efectividad de su ataque aunque delante tenía a uno de los equipos más ofensivos de Europa. Aitor levantaba así su undécima Copa de Europa, convirtiéndose en el hombre con más Copas de Europa del club y del hockey patines continental. Hasta este domingo, en el Barça le miraba de tú a tú otro histórico, Sergi Centell.
Hasta el éxito se llegó por el acierto del Barça a la hora de plantear la final y ganar la batalla desde la defensa. El Porto, salvo una salida briosa al inicio, no encontró terreno para su juego de calidad y mucho remate. El Barça apenas dejó un hueco en toda la primera mitad, y encima el equipo de Edu Castro –lo ha ganado todo en su año de debut como primer entrenador– sí encontró el gol de la mano de Ordóñez mediado el primer tiempo con un remate cruzado desde los límites del área.
La segunda mitad comenzó también con buena cara para el Barça: el 2-0 lo puso muy pronto Pablo Álvarez yendo de lado a lado en el lateral del área hasta revolverse con un tiro desde la esquina del cuadrado. Y para colmo, Egurrola detuvo poco después una directa, y en el minuto 31 Bargalló marcaba el 3-0 tras una exhibición de clase, con una vuelta completa para zafarse del marcaje y un tiro que fusilaba a Grau.
Pero el Porto de Guillem Cabestany sí pudo al menos darle un susto al Barça. Aprovechó en el 33 un penalti que Gonçalo Alves transformó tras un primer rechace de Egurrola, y tres minutos después resucitó la final para su equipo con un trallazo muy lejano de Helder Nunes que Aitor, tapado, no vio (3-2). Fueron los momentos de más apuro del Barça, porque Egurrola tuvo que parar otra directa y en el 39, con el Barça jugando en inferioridad numérica por una tarjeta azul a Barroso, llegó la polémica, con un gol fantasma que reclamó el Porto y que no vieron los árbitros italianos. Según la realización de TV, la bola entró.
Con el Porto volcado a la desesperada pero sin hallar huecos en la defensa del Barça, llegaba el 4-2 y la sentencia definitiva a la final, con una falta directa de Reinaldo por una entrada a Barroso cuando se marchaba solo. La transformaba Bargalló en el 4-2 que devuelve al Barça a la cima del hockey patines europeo