Johan, Pep... y Leo
Se acabó todo con la derrota en el campo del Levante. Liga sin ‘Invictus’, y Copa. Una temporada magnífica. Pero con un resultado, el 3-0 en Roma, que hace daño. Lo único relevante en un curso que se cierra con un brillante doblete parece ser ese marcador que dejó de nuevo al Barça fuera de la Champions. Aceptar que perder forma parte del juego sigue siendo una asignatura pendiente para muchos.
Tras la triste noche romana he oído en más de una ocasión esta frase: “El Barça con Messi, el mejor jugador de siempre, debería haber ganado más Champions”. A los que piensan así les parece que los blaugranas están perdiendo una gran oportunidad histórica. Creen que tener al genio argentino asegura levantar cada año la orejuda, sin ser conscientes de que en el deporte y en la vida puede darse el hecho de que un perdedor sea más admirado que un triunfador.
Ahora que se acerca la cita mundialista de Rusia es bueno recordar que un jugador colosal como Johan Cruyff, que cambió con su personalidad la forma de interpretar el fútbol, no consiguió un Mundial pese a pertenecer a una sensacional generación que deslumbró en el torneo de Alemania de 1974. Aquella maravillosa Holanda de la ‘naranja mecánica’ no pudo en la final con los anfitriones alemanes. Pero Cruyff y sus compañeros enamoraron a todos como Messi lo hace siempre. En cinco temporadas como jugador culé Johan tan sólo consiguió en su palmarés una Liga y una Copa. Y por el contrario, sin su figura no se entendería el Barça del siglo XXI.
Otro ejemplo es Pep Guardiola. Para la mayoría, y para mí, el mejor entrenador de esta década. Resulta que Pep lleva los últimos seis años que ha dirigido a potentes equipos como el Barça, el Bayern de Munich y el Manchester City sin tan siquiera haber llegado a una final de Champions. Pero el planeta fútbol ha reconocido que su segundo año en Manchester ha sido fantástico. Ha culminado esta Premier League con una exhibición de récords.
Tener la suerte de haber visto jugar y entrenar a Johan ya Pep es un privilegio. Disfrutar de Leo es una suerte única en la historia. Eso es lo importante. Lo trascendente. ¡Quédense con eso! Ganar o perder forma parte del juego
Con o sin Champions, disfrutar de Messi es una suerte única