Inventar una leyenda
El documental sobre Vince Carter cae en la exageración para construir un mito
En Netflix hay un documental ideal para dos tipos de espectadores: los ultra-fans del baloncesto y los que no tengan ni idea de lo que es la ciudad de Toronto. Se trata de ‘The Carter Effect’ (El efecto Carter), que narra el fuerte vínculo emocional entre el jugador de la NBA Vince Carter y la ciudad de Toronto que le acogió cuando fue seleccionado por los Raptors, la entonces joven y frágil franquicia canadiense de la NBA.
El documental se centra en explicar a los espectadores ‘el efecto Carter’, es decir, el fenómeno que supuso la llegada del norteamericano Carter a la ciudad más grande de Canadá. A juzgar por la tesis que sostiene, les salvó la vida. Porque el efecto Carter trascendió mucho más allá del baloncesto. Si no fuese por Vince Carter, parece que ahora Toronto no saldría en el mapa. El documental explica como era una ciudad muerta, sin vida cultural ni nocturna y con nulos conocimientos de baloncesto. Si bien hay algunos argumentos que son totalmente ciertos, como que Carter estimuló la afición por el baloncesto en una ciudad centrada en el hockey, que consolidó la franquicia de los Raptors y que su valor como jugador en la NBA es indiscutible, hay otra parte de la trama, en lo que a vida social y cultural se refiere, que parece construida desde el deseo de atribuirle una leyenda que, en algunos momentos, es exagerada o difícil de sostener. El argumento parece construido a partir del testimonio de su madre y sus principales amigos en Toronto e, incluso, alguno de ellos es productor del documental. Según ‘The Carter effect’ gracias a Vince, nacieron los bares y discotecas en Toronto, se consiguió vender alcohol en ellos, se empezaron a grabar videoclips y películas en la ciudad por su influencia, potenció su vida cultural y las celebridades sólo querían ir a esa ciudad por la estructura de relaciones públicas que montó Carter. Tienes la sensación que hay un interés que trasciende incluso al jugador: una hagiografía del baloncestista para construir un relato de promoción de la ciudad. ‘The Carter effect’ entretiene y es ágil pero no tiene, ni mucho menos, la potencia, espectacularidad y solidez que tenían los mates de Vince Carter