El campeón se resiste a morir
Los Warriors llegaron a ir 17 abajo antes de reaccionar y forzar el desempate ante Houston
Poco después de perder el quinto partido, Draymond Green se mostró convencido de “volver a Houston para el séptimo”. No se equivocó el ala-pívot de los Warriors, que igualaron la final del Oeste al derrotar en casa a los Rockets por 115-86. Golden State, que no pudo contar con André Iguodala por tercer partido consecutivo, supo sufrir para acabar salvando el primer ‘match-ball’ en un encuentro que llegó a perder por 17 puntos. Los vigentes campeones reaccionaron tras el descanso y terminaron por fundir a unos Rockets que acusaron la baja por lesión de Chris Paul y su corta rotación de plantilla. Klay Thompson acabó con 35 puntos (9 triples) y junto a Stephen Curry (29 puntos) y Kevin Durant (23) lideró la remontada de unos Warriors que viajarán a Houston en busca de un billete para su cuarta final de la NBA consecutiva.
A pesar de la diferencia en el marcador final, el encuentro no fue coser y cantar para los hombres de Steve Kerr. Los Warriors se vieron sorprendidos por el inicio fulgurante de Eric Gordon, sustituto de Paul en el quinteto inicial de los Rockets, que con ocho puntos en los primeros minutos dio una primera ventaja a los visitantes (6-13). Curry respondió con siete puntos seguidos (1313) en lo que fue tan solo un espejismo para unos Warriors que no lograban responder al ritmo frenético impuesto por su rival. Harden y Gordon manejaban las operaciones de unos Rockets que fiaban su éxito al acierto en el lanzamiento exterior. Los triples caían uno tras otro y Golden State daba muestras de nerviosismo y desconcierto. Entre Harden (15) y Trevor Ariza (10) anotaron más puntos que los Warriors en un primer cuarto que terminó con la máxima ventaja visitante (22-39).
Sin embargo, los campeones no estaban dispuestos a entregar el cetro tan pronto y comenzaron su reacción en el segundo periodo. Thompson, Durant y Curry fueron asentándose sobre el parqué y la distancia empezó a reducirse. Un arreón final permitió a los Rockets conservar una sólida ventaja al descanso (51-61). Los 11 triples de Houston hacían mucho daño.
Y tras el paso por el vestuario todo cambió. Fieles a sí mismos, los Warriors volvieron a pista como un ciclón. Klay Thompson abrió el tercer cuarto con un triple que dio paso a un parcial de 11-0 y que calentó el ambiente del Oracle Arena. Golden State se puso las pilas también en defensa y Harden se encontró demasiado solo para aguantar las acometidas locales. Sin la aportación de Ariza y Gordon, Houston se encomendó a su gran estrella, que pudo resistir hasta que le aguantó el físico. La última canasta de Harden llegó a falta de dos minutos para el final del tercer cuarto (82-76) y ahí se acabó el partido. Los Warriors no aflojaron el ritmo y fueron a hacer sangre de un rival que desconectó por completo en el último periodo (31-9). Los campeones cumplieron en casa y la próxima madrugada (03:00 hora española) los dos mejo- res equipos del Oeste se lo jugarán todo a una carta en Houston