Mundo Deportivo

El 1x1 del Espanyol, campeón del torneo

- Juan Pedro: fiable Aimar: perfecto Iker: insuperabl­e Javier Morcillo: posicional Ferran: polivalent­e Gerard Camps: desatascad­or Enric García: killer Éric Alcaide: virtuoso Hugo: solidario Víctor López: fiable Cesc: inconmensu­rable Sergio Molina: muro

El Espanyol se proclamó por primera vez campeón de la edición Internacio­nal de la Liga Promises. Los pericos, entrenados por Erik Llorca, fueron finalistas en el campeonato nacional de Villarreal y en Nueva York se llevaron el título en un escenario mágico. Una generación de 2006 muy compensada y de futuro, en la que el técnico dio oportunida­des a todos sus jugadores. Nombradome­jorportero.Muyseguro durante todo el campeonato, donde el Espanyol solo encajó un gol. Destaca por su capacidad de blocaje. El central estuvo inmenso. Lideró en defensa y se mostró insuperabl­e durante todo el torneo. Elegante y a la vez contundent­e, aportó serenidad a sus compañeros. El lateral zurdo fue otro de los decisivos en defensa. Competidor nato, ganó todos los duelos con los que se encontró durante el campeonato. Centrocamp­ista que también puede ser un recurso como central. Es un buen ‘stopper’ y equilibra al equipo en todos los ataques. Demostró en el torneo que puede jugar en todas las posiciones y rendir al máximo nivel. Es el comodín perfecto y a nivel ofensivo aporta sus acciones de larga distancia. Importante cuando el Espanyol se encontró con defensas muy replegadas. Su capacidad para moverse entre líneas ayudó a desencalla­r partidos. El 9 referente. Delantero con mucho olfato, que se guardó los goles para la fase decisiva. Marcó dos tantos en semis y el gol de la victoria en la final. El más pequeño es técnicamen­te el mejor del equipo. Habilidoso, intenso y con carácter, el zurdo acompañó arriba incansable en la presión. Sacrificad­o y agresivo para frenar la salida de balón del rival, futbolista muy potente y trabajador. Destacan sus ayudas en fase defensiva. Portero que ha ido de menos a más. Pese a tener que convivir con el mejor meta del torneo, dio la talla cuando tuvo sus oportunida­des. Gran relevo. Imprescind­ible en todas las fases de juego, es el equilibrio del equipo. Un pulpo en el centro del campo que tiene llegada como demostró en semis. Otro seguro, especialme­nte en el juego directo del adversario. Se incorporó muy bien al ataque ayudando a crear superiorid­ad ofensiva al equipo blanquiazu­l.

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