Sampaoli supera el tsunami
1- Desmentido general de que los jugadores pidieron al técnico que renunciara 2- “No están en condiciones de pedir nada”, mensaje filtrado
La noche fue un caos emocional para Argentina. Y como toda derrota, arrastró ya no una ola de rumores sino directamente un tsunami. La versión más fuerte se llevaba al entrenador aun antes de jugar con Nigeria. “El martes dirige Sampaoli”, aquietó las aguas en off un dirigente de alto rango en la Asociación del Fútbol Argentino. Pero fue un día tan pero tan movido -más aún antes de la mano que le dio Nigeria al ganarle a Islandia- que se rumoreó que los más grandes del plantel –Messi, Mascherano, Kun Agüero, Biglia, Higuaín- le habían pedido a Jorge Sampaoli que dejara al equipo ya. Desde la intimidad de la selección argentina lo salieron a desmentir enfáticamente.
El mismo rumor indicaba que Jorge Burruchaga, el mánager, iba a ser el seleccionador. Lo desmintieron dirigentes, parte del cuerpo técnico y los propios futbolistas. Pasa que hoy, en la era de las redes sociales, resulta difícil frenar una versión aun cuando pueda faltarle rigurosidad. Más que nada porque el ciclo Sampaoli tiene mucho olor a final. Los jugadores no están a pleno con él. Y si bien, como dice una fuente de adentro, “los jugadores no están en condiciones de pedir nada”, Sampaoli fue una catarata de errores y contradicciones desde que asumió el cargo hace apenas un año. Antes del partido, hasta tuvo un cortocircuito con su ayudante de campo...
Agüero aclara
La frase recorrió el mundo. Agüero, alguien sincero pero alejado de la polémica, lanzó tras el partido ante Croacia: “Que Sampaoli diga lo que quiera”. Y se fue, como quien no quiere profundizar. La primera lectura -que de todos modos no hay que descartar- habla de un ruido en el vestuario entre algunos jugadores y el entrenador. Aunque en el hecho puntual hubo una aclaración. El delantero del City luego miró su teléfono y un allegado le marcó que las declaraciones de Sampaoli en la rueda de prensa no habían expuesto al plantel como él entendió ante la formulación de la pregunta del periodista. Ahí Agüero se acercó a uno de los colaboradores del técnico y le explicó su propio malentendido. Es más, el jugador podría haber sido aún más duro en ese momento que su cabeza estaba en llamas.
Las derrotas acentúan las distancias. Ya había jugadores que por lo bajo dejaban saber a sus círculos íntimos que estaban un poco desconcertados ante tanto cambio, en entrenamientos y en partidos, del entrenador