Cuando el VAR te hace llorar
1- Neymar acabó el partido arrodillado y sin poder contener las lágrimas 2- Emocionado después de marcar su primer gol y avergonzado por (casi) engañar al árbitro
Arrodillado. Sin poder contener el llanto. Tapándose con las manos mientras sollozaba. Consolado por Oviedo primero, por Coutinho después. Secándose los mocos porque no había forma de que dejasen de caer esas lágrimas que ya han dado la vuelta al mundo. Se vino abajo Neymar, no pudo contener la emoción del momento. Acababa Bjorn Kuipers de señalar el final del partido sólo un minuto después que Neymar marcase su primer gol en el Mundial, el que sirve para superar a Romario en la lista de máximos goleadores de la selección. Había cantado gol pero aún daba vueltas a esa jugada del VAR que le retrata tanto como sus sombreros, sus quiebros, sus asistencias milimétricas, sus goles. El VAR le dejó desnudo ante el mundo. Había engañado al árbitro holandés, lo había conseguido. En condiciones normales habría chutado ese penalti que el árbitro vio porque parece imposible simular con tanta credibilidad. Seguramente habría marcado, es bueno Neymar desde el punto de penalti. Pero el VAR estaba ahí, para hacerle llorar, para dejar a Neymar desnudo ante el mundo.
El video-marcador repitió la jugada y un cartelón enorme añadió: ‘No penalty’. Y un murmullo recorrió el estadio. Nadie de Brasil protestó, todos vieron que Neymar se había ‘desmayado’ intentando engañar al árbitro. Y lo consiguió, pero no a Danny Makkeñie, Artur Dias, Joe Fletcher y Mark Geiger, que no necesitaron demasiadas repeticiones para darse cuenta que Neymar sí hace teatro del bueno.
Lloraba Neymar y cuando acabó el partido pasó por la zona mixta sin hacer declaraciones porque ya había hablado en su Instagram: “Nadie sabe lo que he pasado para llegar hasta aquí, hablar hasta el papagallo habla, pero hacer... pocos hacen. Lloro de alegría, de superación, de garra y ganas de vencer. En mi vida las cosas nunca han sido fáciles. El sueño continúa. Felicidades”. No sabemos si por el loro, o por el papagallo, pero seguro que el VAR también influyó en sus lágrimas