Hasta España y Alemania deben pasar por talleres
¡Qué no cunda el pánico! Ni se malinterprete la idea del titular. Simplemente es lo que parece. Lo que se lee. Que hasta España y Alemania, con un estilo de juego más pronunciado y del agrado del entendido y del menos entendido, deben de vez en cuando pasar una revisión para no involucionar.
Nada grave. Un cambio de aceite, un escáner al motor para comprobar su puesta a punto y un repaso de chapa por unos arañazos sin más. Son los dos últimos campeones del mundo. Los alemanes tras su crisis existencial en el Mundial 2006 que organizaron y de perder la final del Euro 2008 con aquel fantástico gol de Torres, decidieron que debían tirar de la revolución y asumieron que el espejo en el que mirarse no era otro que el de la Roja.
Copiar no es malo. Y menos cuando el estilo que se imita es tan atractivo estéticamente como efectivo en el resultado. A Löw no se le cayeron los anillos por decir que la selección española era su referencia. Juego de toque, de posesión, de presión alta, de ocupar el campo contrario... Así juega Alemania desde hace tiempo y así está jugando en este Mundial, aunque no con la precisión y eficacia acostumbradas.
Tras sus dos partidos es evidente que la maquinaria germana no está tan engrasada como en otras ocasiones, aunque con ese gol de Kroos se agarrara al Mundial con la fiereza de su historia. Los de Löw tienen parecidos problemas a los que sufre España ante equipos que se le cierran y acumulan hombres por detrás del balón.
Su disposición en estos dos partidos ha sido un tanto extraña cuando se ha visto con el marcador en contra. Los laterales, prácticamente, son extremos. Los mediocentros se escalonan tanto que se difuminan las líneas de pase entre ellos. Kroos juega demasiado atrás. Muy lejos del área contraria. En la iniciación del juego es casi un central izquierdo, sólo un paso por delante de los dos centrales de verdad. Arriba, la insistencia con Müller desespera.
En el caso de España, su paso por talleres debe ser para recuperar la velocidad en las circulaciones de balón y mejorar su prestación defensiva de manera colectiva. Mientras no se demuestre lo contrario, la posesión continúa siendo una de las mejores fórmulas para no pasar apuros.
No vendría mal, tampoco, dar unas revoluciones más al motor con la entrada de Saúl o Asensio .O los dos. Dos valores jóvenes, con buen físico y ya suficientemente baqueteados en sus respectivos equipos como para pensar que van a asustarse en un Mundial.
Tampoco habría que dramatizar si para encontrar el mejor Iniesta en octavos y supuestos partidos venideros, pasara por boxes ante Marruecos, al menos reservarle al principio. No mucho más, lo que literalmente significa el titular. Pasar por talleres para mejorar prestaciones, no por el concesionario para un comprar un coche nuevo. Estos de Alemania y España tienen vigencia para rato. Esperemos